Notas y observaciones
Juan Montero Delgado, « El Templo panegírico de Fernando de la Torre Farfán (Sevilla, 1663) y sus secuelas literarias », en prensa.
Juan Montero Delgado, « El Templo panegírico de Fernando de la Torre Farfán (Sevilla, 1663) y sus secuelas literarias », en prensa.
(en ejemplar HSA)
Aprob. de Fr. Francisco Ramírez, Sevilla, 3 de febrero de 1663.
Licencia del doctor Francisco Domonte y Verastigui.
[Dedicatoria] Al Ilustrísimo y reverendísimo señor deán y cabildo de la Santa Catedral y Patriarcal Iglesia de Sevilla.
De don Joseph de la Barrera, beneficiado propio de la parroquia de San Julián de Sevilla. A D. Fernando de la Torre Farfán, secretario del certamen y autor desta obra. Soneto "Todo latino, y todo castellano" ("Si plumas peregrinas ostentando, ...")
De don Pedro Torrado de Guzmán a D. Fernando de la Torre Farfán, secretario de la justa poética. Soneto ("Era en su antigua Torre, en las prisiones...")
De don Juan Cervino de Vivaldo, Cavallero del Orden de Calatrava, Capitán de Infantería Española en el Ejército de Badajoz. A D. Fernando de la Torre Farfán, secretario de la justa. Soneto ("Torre y Alcayde de las sacras Musas...")
Don Joseph de la Barrera, encomio en latín a la obra y al autor ("Quam bene Virginei celeberrima pompa triumphi...")
Censura crítica de Don Christoval Bañez de Salcedo.
Lector.
Epigrama en latín de don Joseph de la Barrera ("Petrus de Castro, cognomentoque Qiñones...")
Anagrama en latín del mismo a Fr. Pedro de Urbina ("Dum cuncta egregijs animantia vestibus ornat, ...")
Erratas.
BNE R/31019 y R/34619 (examinados) , 2/46544 , 3/53290 ; HSA (examinado) ; EsSe05 2-0053 -- R. 6373 ; US FG RA/0049 ; EsBur02 LIT 23 ; EsAl01 8980 ; RAE RM-6894
según Escudero, hay un ejemplar en la Biblioteca Provincial de Sevilla ; US A 088/078
Escudero, nº 1702, pp.421-22.
Bègue, p.414.
CCPB000136992-X.
El Fénix
Donde las primeras luces
quiebra el día, y el mar ciñe
con dos senos o dos brazos
las playas siempre felices,
lascivo campo se estiende,
cuyo hermoso espacio asiste
aquella ave del sol hija
que igual con el tiempo vive;
la que, el ocaso y oriente
eslabonando, en los fines
halla el principio, y la vida
hace que en la muerte estribe.
Húmedos soplos del aire,
átomos del sol sutiles
pace cuando el día crece,
bebe cuando el alba ríe.
Dorados vivos encienden
el vuelo azul, que aun oprime
el aire si el aire corta,
y le vence si le sigue.
Fina esmeralda guarnece
los tres brillantes rubíes,
que igualar apenas puede
la perspicacia del lince. (...)
Antonio de Panes