La directora y guionista Irene Cardona, ex alumna de Un verano de guión, vuelve a reencontrarse con sus compañeros mañana viernes, ésta vez para presentar y comentar la experiencia vivida gracias a la puesta en marcha de su primer proyecto, el largometraje Un novio para Yasmina, que se estrenó la semana pasada en Madrid, después de haber pasado por el Festival de Málaga.

Cardona, junto a la coguionista Nuria Villazán, participó en 2006 en el taller profesional de Reescritura estratégica del guión cinematográfico y es una de las alumnas del curso Un verano de guión (junto con Gabriel Velásquez, Luis Fernández y Ángel Peláez) que ya cuentan con largometrajes rodados o en fase de preparación.

Cardona formó parte del equipo de analistas y docentes de abcguionistas. La joven directora estudió Imagen en la Universidad Complutense de Madrid y Guión y Dirección en la Escuela de San Antonio de los Baños (Cuba), además de Actuación con Juan Carlos Corazza

Su película, Un novio para Yasmina, plantea una reflexión sobre la integración social, entendida en un sentido amplio. Los problemas de integración son conflictos complejos entre el individuo y la sociedad. Todos los personajes de esta comedia son seres "desajustados" que, por uno u otro motivo, están en conflicto con el medio en el que viven. La confrontación entre lo personal y lo colectivo, los deseos individuales y la necesidad de pertenencia al grupo, se perfila como la búsqueda de una nueva identidad.

El reparto de "Un novio para Yasmina" está formado por actores y actrices (de ambos lados del Estrecho) de gran talento. Muchos de ellos son desconocidos para el gran público, pero ha dotado de verosimilitud a la historia con una espectacular sencillez.

La propuesta estética se basa en una concepción del realismo como búsqueda de la verdad en la emoción y en la acción dramática, más que como mero esfuerzo de representación naturalista. "En las escenas con más acción y diálogos, he optado por planos cortos y por un ritmo de montaje más rápido. Pero hay escenas en las que es necesario encajar lo que está pasando, y he optado por planos más abiertos, más calmados, que permiten respirar y mirar con cierta distancia a los personajes", indica Irene Cardona.