Lo que el cine se llevó

Desde los comienzos del cine, las mujeres han ocupado un espacio que no solo ha sido reducido, sino que parece haber estado encasillado a determinadas funciones. Con motivo del día de la mujer, os invito a reflexionar sobre ese papel desde tres perspectivas: la mujer como cineasta, como protagonista y como traductora. Alerta de spoiler: los datos son cada vez más positivos, pero queda mucho camino por recorrer.

  • La mujer, ese oscuro objeto de deseo

Pero empecemos por el principio. Por un cine que sitúa nuestra mirada en un lugar que alimenta el deseo. La ventana indiscreta, uno de los grandes clásicos del cine, nos adentra en una historia de voyerismo y la violencia. Y, de este modo, el sexo y la mujer se convierten en elementos claves para atraer a un espectador deseoso de satisfacer sus fantasías con la mirada (Escobar, 2018). El lenguaje audiovisual no nos sitúa en el lugar de cualquier voyeur, sino al lado de un protagonista masculino, para que compartamos su “mirada inquieta” (Mulvey, 1999). Pero el hecho de que el punto de vista del filme esté marcado por los actos y miradas de los hombres no es un hecho fortuito, sino el resultado del dominio de los hombres delante y detrás de las cámaras (Ross, 2015). Eso sí, para que la producción sea exitosa, los personajes femeninos son un elemento indispensable del espectáculo, pesar de que no sean agentes activos, sino objetos que contemplar en la pantalla.

Resulta muy interesante el punto de vista de Mulvey (1999) acerca de la “mirada masculina”, un concepto que describe como una serie de convenciones que obliga al espectador a ver el mundo desde una perspectiva blanca, masculina y heterosexual. Esa mirada refuerza el poder masculino tanto en la ficción como en la realidad. El voyerismo y la mirada masculina sientan las bases para las convenciones de la narración fílmica clásica, pero hoy en día, la mirada voyerista y patriarcal sigue presente en el cine comercial, aunque afortunadamente, cada vez vemos más títulos que han repensado la mirada femenina en el cine.

Las imágenes son solo una mínima muestra de cómo el cuerpo de la mujer ha tenido un papel definido como fuente del espectáculo erótico. Esta presencia visual pone trabas al desarrollo de la trama y congela el curso de la acción con momentos de contemplación erótica, por lo que en la historia del cine se ha establecido una tendencia a mostrar a la mujer como objeto de admiración o premio a conseguir por el héroe. Así, la “narrativa” se ajusta a los ideales consumistas de feminidad: la cultura define el peso ideal, cómo arreglarlo y cómo tocarlo. No pensemos que el cuerpo del hombre no se cosifica, claro que sí. Aunque se hace con objetivos diferentes: poner a prueba su valía o fuerza física, o mostrarlos como escenarios de lucha o castigo.

  • Una verdad incómoda: La mujer como cineasta

En el caso de la industria cinematográfica, esta realidad se torna evidente. La consideración de la mujer como mero objeto las ha relegado a actividades secundarias. Esto ha provocado que su acceso a actividades de dirección sea extremadamente complejo. En su estudio La mirada femenina, Tello (2016) revela que solo un 9% de mujeres dirigieron alguna de las 250 películas más taquilleras de 2013, de las que un 10% de guionistas fueron mujeres, un 17% editoras y un 15% productoras ejecutivas. La autora aporta datos sobre un estudio del Sundance Film Festival para confirmar que las películas dirigidas por mujeres tenían un 21% más de representación femenina en sus equipos (no solo en la pantalla sino tras las cámaras).

También nos descubre que no todos los géneros tienen la misma presencia femenina: predominan las mujeres cineastas en el género dramático y en los documentales.

Esta “división sexual del trabajo” en el cine también tradicional en el resto de ocupaciones relacionadas con la industria: Los hombres son mayoría en las categorías profesionales relacionadas con las funciones artísticas, directivas y técnicas, mientras que los únicos departamentos que habitualmente dirigen mujeres son los de vestuario, peluquería y maquillaje.

  • Los guionistas que no amaban a las mujeres

Para saber más sobre el papel de la mujer en el cine, os propongo dos herramientas aptas para mentes curiosas.

Una es el conocido “Test de Bechdel”. Este curioso método se originó con la publicación de una tira cómica en 1985 por Alison Bechdel ambientado en un casting de mujeres lesbianas contra un mundo de hombres. Para evaluar si una película es machista, el test tiene en cuenta los siguientes criterios:

  • Tienen que salir dos mujeres, como mínimo.
  • Esas mujeres tienen que hablar entre ellas.
  • El tema no debe ser un personaje masculino.

A día de hoy, The Bechdel Test Movie incluye 8839 películas, aunque continúa actualizándose cada año.

La segunda herramienta es Film dialogue, un repositorio con unas 2000 películas que distingue los diálogos masculinos y femeninos. La web rastrea los personajes con más de 100 palabras de diálogo en cada filme y ha categorizado por género alrededor del 90% de líneas de cada película seleccionada. Si realizamos una búsqueda, veremos claramente que presencia masculina es mayor incluso en géneros comúnmente asociados con protagonistas femeninas, como la comedia romántica. Por ejemplo, en Pretty Woman y 10 razones para odiarte tienen protagonistas femeninas, pero el 52% del diálogo corresponde a hombres. La presencia femenina en los géneros de acción y terror es casi nula y aumenta en dramas y comedias, aunque la desigualdad persiste.

La edad también es un factor relevante:

Pero no todo es negativo. Las estadísticas sobre la presencia femenina han cambiado desde los 80 a los 2010 y su densidad de diálogos sube (principalmente en comedias y drama).

Es especialmente llamativo el caso de las películas Disney (Pixar), donde 22 de 30 películas Disney tienen mayoría de diálogo masculino, aun cuando la protagonista es femenina. Os sorprenderá saber que en la versión animada de Mulán, el dragón Mushu tiene un 50% más de palabras que nuestra valiente protagonista. La imagen os muestra los resultados que he encontrado:       

            



  • Sin faldas y a lo loco

Si bien es cierto que los personajes femeninos han estado estereotipados desde los inicios del cine y que nos estamos cansadas de ver a mujeres cumpliendo con las expectativas físicas e interpretando roles donde destacan por sus obligaciones familiares, de oficio, por su carácter o su atractivo, también encontramos otras definidas por su ingenio y valor. Y con eso nos vamos a quedar, porque cada vez son más las protagonistas valientes e independientes en la gran pantalla. Nos quedamos con historias de amistad, sororidad y empoderamiento:

No faltan iniciativas en la industria del cine que han marcado un antes y un después, como el movimiento #MeToo, los abanicos rojos con el mensaje #+Mujeres de los Premios Goya de 2018, la campaña brasileña contra el acoso a periodistas #DeixaElaTrabalhar, la creación del canal Hello Sunshine para cambiar la narrativa para y por mujeres, y la iniciativa de ATRAE para este 2021 #ellastraducen para dar visibilidad a las profesionales de la TAV, entre otras.

Sin embargo, os dejo una última imagen para pensar y lanzo la siguiente pregunta: ¿Cuánto nos queda por hacer?

Isabel Coixet recogiendo su premio Goya a mejor directora por su película ‘La librería’ en 2018

  

  ¡Feliz día a todas!

Referencias bibliográficas:

Anderson, H. & Daniel, M.: Film dialogue https://pudding.cool/2017/03/film-dialogue/

Escobar, M. (2018). Miradavoyeurismo y transgresión en el cine. Nomadías, (4), pp. 64-71.

Mulvey, L. (1999): Visual Pleasure and Narrative Cinema. Film Theory and Criticism : Introductory Readings. Eds. Leo Braudy and Marshall Cohen. New York: Oxford UP, pp. 833-44.

Ross, E. (2015): Filmish. Reservoir Books, Barcelona.

Tello, L. (2016): La ‘mirada femenina’: estereotipos y roles de género en el cine español (1918-2015) <https://institucionales.us.es/ambitos/?p=2624>

The Bechdel Test https://bechdeltest.com/

                                                                             

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *