Traductoras ‘firing the canon’: la violencia y la (in)visibilidad de las traductoras

Hoy es un día de profunda reflexión sobre las múltiples violencias que sufren las mujeres por parte de una sociedad que se nutre de una raigambre patriarcal. Es tal el grado de violencia que se ejerce, que en no pocas ocasionas se manifiesta de forma tangible en violencia física. Llega hasta tal extremo en el que un hombre es capaz de asesinar a una mujer.

Sin embargo, ver eso es solo ver la punta del iceberg. Las violencias son sutiles y permean la esfera pública y la esfera privada. Son tan habituales que tienen la tendencia de pasar desapercibidas a los ojos de la sociedad.

El confinamiento de las mujeres a la esfera privada es un mal que ha azotado a nuestra sociedad durante milenios. Un mal que no cesa. Un mal que, aunque queramos negarlo, pervive y acecha en nuestros días. En muchos rincones del mundo, en la casa que vemos al doblar la esquina, en la de la vecina o en la nuestra propia.

El patriarcado no solo mata, sino que confina y anula. El patriarcado relega a las mujeres a la esfera doméstica, negándole la posibilidad de crear arte o ciencia. Pensamos que eso ya no existe porque las mujeres ya forman parte del ámbito laboral. Pero eso no es cierto, la sombra del pasado está más presente que nunca.

En el ámbito que nos compete, que es la Traducción Audiovisual, estas violencias existen. Esta disciplina existe y es gracias a las mujeres principalmente porque son ellas quienes han sido pioneras y han sembrado las raíces de esta disciplina. Desde los estudios traductológicos de TAV, hasta la accesibilidad en los medios o la Traducción Audiovisual Didáctica (TAD), la esencia la han puesto las mujeres.

Sin embargo, la TAV, la accesibilidad y la TAD muchas veces tienen nombre de hombre. De las 20 personas que más han publicado sobre TAV, 12 son mujeres. No obstante, de las personas que más citas han recibido en el campo de la TAV, solo 8 son mujeres. Estos datos tomados del estudio de  Pérez-Escudero (2021) y reseñados por Botella y Agulló son un claro ejemplo de la violencia simbólica hacia las mujeres. Se sigue confinando de forma invisible y sutil a las mujeres a un segundo plano, a pesar de ser ellas quiénes han sentado las bases de la disciplina y de publicar, en conjunto, más que los hombres. Hacer un análisis profundo de estos demoledores datos parece esencial, pero lo más valiente y disruptivo es lo que han hecho las compañeras Carla Botella Tejera y Belén Agulló García.

Su acción es realmente transformadora y se nutre del espíritu clásico de las reacciones que tenían las pioneras feministas como Mary Wollstonecraft o Virginia Woolf contra la resistencia patriarcal. Cambiando pluma y tintero por teclado y correo se han propuesto llevar a cabo una tarea valiente, rupturista y generosa. Esta acción ha consistido en la edición de dos volúmenes titulados Mujeres en la Traducción Audiovisual. Las casi 500 páginas que componen ambos volúmenes publicados en la Editorial Sindéresis materializan el concepto de sororidad ya que Botella Tejera y Agulló García se han propuesto (y han conseguido) dar voz y presencia a grandes profesionales y a grandes académicas de la Traducción Audiovisual.

Además, de dar visibilidad a los trabajos de estas autoras, han tendido puentes entre academia e industria. Aunque es un tipo de relación que a veces parece tensa por la falta de comunicación entre ambos sectores, la realidad es que existe un nexo común muy poderoso: desde ambos sectores se desea mejorar la sociedad. Es loable la tarea que han llevado a cabo las editoras y esperamos con ilusión la tercera edición de esta colección tan necesaria para nuestra sociedad.

Mujeres en la TAV I: https://editorialsinderesis.com/producto/mujeres-en-la-traduccion-audiovisual-perspectivas-desde-el-mundo-academico-y-el-profesional

Mujeres en la TAV II: https://editorialsinderesis.com/producto/mujeres-en-la-traduccion-audiovisual-ii-nuevas-tendencias-y-futuro-en-la-investigacion-y-la-profesion

Foto de Seven Shooter en Unsplash

Antonio J. Tinedo Rodríguez
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