GRUPO BALANCE ENERGÉTICO Y FUNCIÓN REPRODUCTORA
Responsable del grupo: Manuel Tena-Sempere
Este grupo de investigación desarrolla proyectos de transferencia sobre todo con compañías farmacéuticas o biotecnológicas. Sus integrantes son referentes a nivel nacional e internacional en sistemas hormonales y en el uso de modelos preclínicos, antes de llegar a los modelos humanos.
¿En qué sector desarrolla su equipo la transferencia?
Nuestra actividad de transferencia está basada fundamentalmente en la colaboración con la industria farmacéutica para el estudio de pruebas de concepto, o bien, de testado en modelos preclínicos de compuestos con actividades farmacéuticas. Nuestro objetivo es caracterizar y valorizar la posible utilidad terapéutica de compuestos que podrían ser diana de tratamientos farmacéuticos futuros. También hacemos estudios de valoración de herramientas neuroendrocrinas y dirigidos a la identificación de biomarcadores.
¿Desde cuándo hacen transferencia?
El primer proyecto de transferencia se remonta a 2006 cuando iniciamos la colaboración con la empresa Organón. A partir de ahí, iniciamos proyectos dirigidos a validar las posibilidades terapéuticas derivadas de la kisspeptina, la hormona que controla la reproducción.
¿Qué resultados de investigación han sido claves para que puedan tener una labor tan activa en transferencia?
Cuando empezamos a publicar y a tener visibilidad por nuestro trabajo con hormonas y moléculas implicadas en el control reproductivo, el grupo poco a poco fue convirtiéndose en referente en este campo y las empresas farmacéuticas y biotecnológicas empezaron a contactar con nosotros. En la mayoría de los casos estas empresas nos buscaban para sondear nuestro parecer sobre una idea que para ellos era de interés. En base a ese contacto inicial, cuando encontrábamos alineamiento con nuestras propias líneas, seguíamos adelante con ella, la estudiábamos y diseñábamos un plan de trabajo.
Con esta metodología, logramos colaborar con las empresas para investigar iniciativas y lograr que financiasen la actuación, lo que nos permitía generar conocimiento, transferir y lograr incluso patentes o nuevos fármacos que podrían ser aplicables en el tratamiento de enfermedades humanas.
¿Con qué empresa/s suelen trabajar más? ¿Son todas ellas del mismo sector?
Empresas internacionales como Organon, Ferring, Novo Nordisk, Merck Sharp and Dohme y nacionales como Fundación IVI y Oxolife. Con esta última hemos trabajado recientemente para la validación de un agente terapéutico desarrollado por esta compañía, relacionado con una enfermedad reproductiva muy frecuente como es el síndrome de ovario poliquístico, usando para ello modelos preclínicos valorados en nuestro laboratorio.
¿Cómo compaginan el trabajo de investigación con las tareas de transferencia? ¿Tienen
tiempo para llevar las dos tareas en paralelo?
Supone una tarea adicional. Para nuestro grupo la transferencia es una derivada del trabajo de investigación. Con esto quiero decir que priorizamos aquellos proyectos de transferencia que tienen un valor añadido para nuestra de actividad investigación básica competitiva. Lo uno se alimenta de lo otro, no son cajones aparte. Establecer contacto con las empresas requiere mucho tiempo, además de reuniones de intercambio de opiniones y de maduración de ideas conjuntamente. Pero soy optimista y de la opinión de que el tiempo que requiere este tipo de acciones sale rentable a largo plazo.
¿Cuántas personas forman parte de su grupo de investigación?
En el grupo completo estamos más de 25 personas, incluyendo investigadores predoctorales que están desarrollando su tesis, personal técnico, posdoctorales e investigadores senior.
¿Cuántas personas hay contratadas en su grupo gracias a estos proyectos de transferencia?
En la actualidad tres personas gracias a un proyecto de colaboración pública-privada con la compañía Oxolife y, previsiblemente, serán más. Este tipo de contrataciones son muy valiosas para nosotros porque nos permite mantener en el grupo a personas muy cualificadas que realizan su tesis y luego se quedan en el grupo desarrollando investigación más enfocada a la transferencia de resultados. Esta cifra va variando.
¿Han dirigido Tesis industriales en su grupo?
No hasta el momento porque requieren un grado de interacción muy estrecho con la empresa. Pero sí tenemos estudiantes predoctorales que están desarrollando sus proyectos de investigación en nuestro grupo que también tienen líneas trasferencia.
¿Tienen alguna patente o están en proceso de petición o concesión?
Tenemos tres registros de patentes relacionadas con identificación de biomarcadores en el ámbito de enfermedades reproductivas en colaboración con empresas. Es el caso de una relacionada con marcadores de embarazo ectópico de la Fundación IVI, y otra con ovarios poliquístico con la empresa CANVAX. Estamos activos en este proceso pero requiere de mucho tiempo, de escrutinios y apoyo financiero muy considerable.
¿En qué piensa que la UCO puede ayudar a los grupos que hacen transferencia para seguir potenciando y si es posible incrementando esta tarea?
La institución puede apoyarte, pero es el personal investigador el que debe liderar la búsqueda de oportunidades. Ahora bien, para conseguir recursos y ejecutar proyectos el tiempo se convierte en un bien muy preciado y cualquier acción de apoyo administrativo por parte de la Universidad es fundamental para optimizar la ejecución económica y toda la burocracia que se exige. También es crucial, como viene haciendo la OTRI, el apoyo en protección intelectual, pero también es importante considerar la relevancia que tiene la ayuda económica adicional para para ampliar la protección posterior y validar los resultados antes de transferirlo a una empresa.
Conoce más detalles de este grupo en su web: www.imibic.org/group/22