GRUPO BIOLOGÍA Y GESTIÓN DE ESPECIES DE INTERÉS CINEGÉTICO (BIOGEC)
Responsable del grupo: Juan Carranza Almansa
El trabajo de este grupo de investigación se centra en aportar conocimiento científico que ayude a la conservación de la Naturaleza en aquellas condiciones en las que se llevan a cabo extracciones consuntivas, como la caza y la pesca, así como manejos sobre especies y hábitats orientados a la explotación de esos recursos naturales. Son los creadores en 2009 de la Unidad de Investigación en Recursos Cinegéticos y Piscícolas, que echó a andar mediante un convenio entre la Junta de Andalucía y la Universidad de Córdoba (UIRCP).
¿En qué sector desarrolla su equipo la transferencia?
Nuestro principal cometido es asesorar a la Consejería competente en materia de Medio Ambiente en lo relacionado con la caza y la pesca de aguas continentales. Se trata por tanto de un modo de transferencia en buena medida dirigida a la administración pública, que además de la andaluza ha sido, en ocasiones, la de otras comunidades autónomas y la estatal, aunque también hemos tenido bastantes contratos con entidades privadas, tales como fundaciones o asociaciones, cotos de caza, granjas cinegéticas, etc. Nuestro ámbito por tanto es el de aportar conocimiento científico que ayude a la conservación de la naturaleza en aquellas condiciones en las que se llevan a cabo extracciones consuntivas, como la caza y la pesca, así como manejos sobre especies y hábitats orientados a ese mismo fin de explotación de esos recursos naturales.
¿Desde cuándo hacen transferencia?
Desde 2009, hace ya 15 años, pero la experiencia en la que se sustenta nuestro trabajo se remonta bastante más atrás, no sólo por mi propia experiencia anterior en estos temas, de más de 40 años, sino también la de otros miembros del grupo antes de incorporarse a la UIRCP.
¿Qué resultados de investigación han sido claves para que puedan tener una labor tan activa en transferencia?
La influencia de la actividad humana sobre las especies de caza es muy alta. Al ser especies que se explotan económicamente a la vez que silvestres y, por tanto, objeto de conservación en sus rasgos naturales y en los ecosistemas en los que habitan, plantean importantes retos para compaginar ambos tipos de objetivos. Nuestro trabajo intenta aportar soluciones para este difícil equilibrio. Por ejemplo, estudiamos cómo los manejos que tienen lugar en las fincas de caza afectan a los procesos naturales, tales como la selección natural y sexual, que son los que mantienen las características de las especies silvestres. Vemos también cómo todo ello, incluidas las translocaciones de ejemplares entre fincas y la cría en granjas, alteran la genética.
Hemos desarrollado tests genéticos para detectar hibridaciones y alteraciones genéticas en especies principales como el ciervo, el jabalí, la perdiz y la codorniz. Para la gestión integral de los terrenos, tanto en áreas gestionadas por la administración como en fincas privadas, hemos desarrollado un estándar técnico (llamado GECISO) para la certificación de la buena gestión por parte de empresas certificadoras acreditadas por ENAC. Las normativas sobre caza requieren de asesoramiento científico/técnico. Por ejemplo, las normas relacionadas con los períodos de caza deben respetar las actividades de reproducción o migración, los cupos deben respetar la dinámica poblacional, los manejos y modos de caza deben evitar los sesgos entre sexos y edades para no altear las estructuras poblacionales, la caza y los manejos de gestión cinegética deben respetar los procesos naturales, preservar la genética autóctona de las especies, etc.
¿Con qué empresa/s suelen trabajar más? ¿Son todas ellas del mismo sector?
Buena parte de nuestras aportaciones sirven de base para normativas, por lo que es frecuente la transferencia y el asesoramiento a las administraciones públicas relacionadas con el medio ambiente. Pero también hacemos contratos con empresas privadas, normalmente del sector de la caza, incluidas granjas cinegéticas, por ejemplo, para gestión de poblaciones, análisis genéticos, implantación de sistemas de certificación de la calidad, etc.
¿Cómo compaginan el trabajo de investigación con las tareas de transferencia? ¿Tienen tiempo para llevar las dos tareas en paralelo?
No hay más remedio que hacerlo. La investigación de nuestro grupo siempre ha tenido un importante componente de ciencia básica además de aplicada. Siempre nos han interesado cuestiones esenciales de biología evolutiva, que dan sentido a todo lo demás. La imbricación entre ambos tipos de objetivos es total y al final la aplicación no se entiende sin las bases. Por ejemplo, nuestra preocupación por la conservación de las especies cinegéticas no se queda en cuestiones de número de individuos, ni mucho menos. Nos importan los efectos sobre la conservación genética y sobre el mantenimiento de los procesos evolutivos que hacen que las especies sean como son. Esto no sería posible sin entender cómo funcionan estos procesos y cómo el manejo humano los afecta.
Por poner un ejemplo, los ciervos en las fincas de caza donde la población se encuentra desequilibrada, en concreto, con muchas y hembras y pocos machos que son, además, muy jóvenes, la selección sexual es muy débil, ocurren procesos de pérdida de variabilidad genética, de baja dispersión en los machos, dando lugar a endogamia que afecta a caracteres fenotípicos, además de que encontramos diferencias en la expresión génica que afectan al desarrollo de caracteres sexuales. Todas estas cuestiones se abordan mediantes proyectos de generación del conocimiento, normalmente de las convocatorias del Plan Estatal, y sus aplicaciones entran luego a formar parte del contenido de convenios y contratos.
¿Cuántas personas forman parte de su grupo de investigación?
Normalmente con unos 10-12 investigadores propios y otros tantos adscritos de diferentes grupos de investigación de la UCO, además de que mantenemos, como todos los grupos, colaboraciones con investigadores de otros lugares de España y del extranjero.
¿Cuántas personas hay contratadas en su grupo gracias a estos proyectos de transferencia?
Habitualmente mente se mantienen entre 6-8 personas contratadas con cargo a proyectos, convenios y contratos.
-¿Han dirigido Tesis industriales en su grupo?
Actualmente, miembros del equipo dirigen dos tesis industriales aunque no directamente relacionadas con la cinegética. En nuestras temáticas principales de etología y ecología evolutiva, así como de gestión cinegética, la mayoría de las tesis, aunque puedan tener importantes componentes aplicados, no suelen ser del tipo industrial.
- ¿Tienen alguna patente o están en proceso de petición o concesión?
Contamos con un modelo de utilidad, consistente en un equipo de ultrasonidos para medir la densidad de las cuernas de ciervo. Se trata de un método no invasivo, no se necesita romperlas ya que suelen ser trofeos de valor para el cazador y su densidad refleja buenas condiciones de desarrollo. También hemos participado en el desarrollo de dos patentes, una para determinación de pureza racial en el cerdo ibérico y otra para el diagnóstico de precoz de la infertilidad equina. Aunque no se trate de patente, tenemos registrada la marca GECISO para la certificación de calidad de los cotos, que en este momento es la única en España basada en la certificación por empresas independientes acreditadas por ENAC.
-¿Han pensado crear Empresas de Base Tecnológica gracias a los proyectos de transferencia?
Precisamente el desarrollo de GECISO nos ha dado la idea de plantear un modelo de negocio y la creación de una empresa para gestionarlo. Esta idea aún se encuentra en proceso y en la actualidad cuenta con el impulso que supone haberse integrado en la incubadora Biotech en Rabanales 21.
-¿En qué piensa que la UCO puede ayudar a los grupos que hacen transferencia para seguir potenciando y si es posible incrementando esta tarea?
La transferencia solo es posible cuando existe detrás un grupo de investigación con importantes innovaciones que ofrecer. Para esa primera parte se necesita la dedicación de los miembros del grupo a la investigación, básica y aplicada, aparte de la docencia. De ahí que el primer requisito es que la universidad crea de verdad en su labor investigadora, a un nivel al menos igual al docente. Después, una vez que comienza a tener lugar la transferencia, las personas que se incorporan a los grupos gracias a los contratos de transferencia se suelen encontrar en una situación de temporalidad que es inherente a las duraciones de estos contratos. La existencia de fondos procedentes de transferencia tiene vaivenes que no deberían afectar a la estabilidad laboral de los grupos.
A veces los grupos se desintegran cuando algunos años disminuyen las fuentes de financiación y luego no están preparados para afrontar nuevas ofertas. No es cuestión de contratar para el momento sino que los equipos se forman y se hacen competitivos cuando se mantienen estables en el tiempo. La reforma laboral promoviendo los contratos indefinidos está bien, pero sin continuidad de fondos no es nada. Por eso, un avance muy importante sería que la universidad aportase estabilidad a las personas que componen grupos formados a partir de contratos/convenios de transferencia. No tiene sentido que para estabilizar a estas personas se empleen únicamente criterios docentes. La universidad debe tomarse en serio que necesita personal por motivos de investigación, no únicamente que haga investigación el personal incorporado a las plantillas por motivos de necesidad docente. Hay que copiar una parte de sistema de provisión de plazas del CSIC para las universidades, para investigación y transferencia. Las universidades ya son líderes en transferencia hacia el tejido productivo cercano en su área social, pero les falta el impulso de destinar fondos a dar estabilidad a los equipos que lo hacen.
Conoce más detalles de este grupo su web.