GRUPO DE INVESTIGACIÓN (GIIA) INFORMÁTICA AVANZADA
Responsable del grupo: Joaquín Olivares Bueno
La transferencia de resultados de la investigación es vocacional en este grupo. Cuando apenas nadie conocía el término ‘Internet de las cosas’, este equipo ya trabajaba en su desarrollo y firmaba contratos con diferentes empresas para desarrollar conjuntamente proyectos de ingeniería aplicada en diversos sectores productivos.
¿En qué sector desarrolla su equipo la transferencia?
En este grupo de investigación tenemos una clara vocación de transferencia de tecnología a la empresa. Hacemos ingeniería aplicada en general. Desarrollamos proyectos y contratos en sectores tan diversos como salud, ingeniería civil, fabricación o industria agroalimentaria.
¿Desde cuándo hacen transferencia?
Nuestro primer contrato data del año 2013 y consistía en el desarrollo de dispositivos inalámbricos para personas mayores en situación de dependencia. Actualmente a esto se le conoce como el Internet de las Cosas (IoT) y es un término muy conocido, pero cuando el grupo empezó a trabajar en esta materia apenas nadie había escuchado ese término.
¿Qué resultados de investigación han sido claves para que puedan tener una labor tan activa en transferencia?
Nuestra transferencia no proviene de una única línea de investigación, ni de un resultado en particular. Cada proyecto o cada investigación que llevamos a cabo nos permite avanzar en transferencia. Trabajamos en áreas muy diferentes y a todos los niveles. Desde la electrónica hasta la inteligencia artificial, pasando por todas las capas intermedias como middleware, comunicaciones, ciberseguridad, visión por computador, computación de altas prestaciones, etc…
¿Con qué empresa/s suelen trabajar más? ¿Son todas ellas del mismo sector?
Normalmente con las empresas que empezamos a trabajar repiten con nosotros, tenemos buena sintonía con todas ellas. Nuestros contratos más recientes son con Bodegas Fundador, para la monitorización del envejecimiento de brandy mediante despliegues de IoT para atmósfera explosiva; con Ineco en el mantenimiento predictivo de puentes de ferrocarril; con Sando para mantenimiento de carreteras y con Deuser para plantas de producción de piezas aeronáuticas.
¿Cómo compaginan el trabajo de investigación con las tareas de transferencia? ¿Tienen tiempo para llevar las dos tareas en paralelo?
En mi caso y en el de muchos de los integrantes del grupo, tengo la inmensa fortuna de disfrutar con el trabajo que hago. Este equipo dedica a su trabajo muchas más horas de las que debería. Si tuviéramos que ajustarnos a no sobrepasar la jornada laboral, probablemente no tendríamos tiempo suficiente para hacer lo que hacemos en transferencia de resultados.
¿Cuántas personas forman parte de su grupo de investigación?
Somos ocho personas.
¿Cuántas personas hay contratadas en su grupo gracias a estos proyectos de transferencia?
En estos momentos contamos con dos ingenieros contratados.
-¿Han dirigido Tesis industriales en su grupo?
Nunca hemos tenido esa oportunidad. En mi opinión, los trámites que conlleva conseguirlas provoca que tanto las empresas como los ingenieros a título individual, prefieran buscar contratos directos que esperar al proceso de concesión de la tesis.
- ¿Tienen alguna patente o están en proceso de petición o concesión?
Sí, tenemos dos patentes, aunque, a mi juicio, el proceso para la obtención de patentes en España es antediluviano, engorroso, lioso, largo y desmotivador. Por otra parte, la explotación de las mismas también es compleja. Estos dos inconvenientes conducen a que España sea un país en el que se patenta poco y que la industria, habitualmente, prefiera el secreto industrial y no darle publicidad.
-¿Han pensado crear Empresas de Base Tecnológica gracias a los proyectos de transferencia?
Muchas veces, es como las relaciones de amor-odio, unas veces uno dice “vamos allá”, y otras “ni loco”. Por una parte, es una gran oportunidad que entusiasma, pero por otra conlleva dedicarle un tiempo que no sabemos de dónde sacarlo. Además, fiscalmente España es un país pésimo para emprender. Al final, la cantidad de trabajo, trámites e impuestos con los que hay que lidiar para que te quede algo de beneficios son tantos, que no merece la pena.
-¿En qué piensa que la UCO puede ayudar a los grupos que hacen transferencia para seguir potenciando y si es posible incrementando esta tarea?
La principal manera de hacerlo sería con la búsqueda activa de potenciales clientes con necesidades específicas para grupos en particular y no de forma genérica. Es decir, está muy bien que una empresa acuda a la Universidad a enseñar lo que hace e intentar colaborar con las líneas de investigación de los distintos grupos de la institución, pero luego, por lo general, no se vuelve a contactar con los investigadores. En nuestro caso, prácticamente todas las empresas con las que tenemos contratos han acudido directamente a nosotros, sin pasar primero por la OTRI. Pese a esta sugerencia, hay que ser conscientes de que, dada la enorme cantidad de grupos, líneas de investigación y ofertas tecnológicas, es muy complicado llevarla a cabo.
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