Gracias a su investigación “disponemos de material vegetal interesante” para estudios genéticos relacionados con fecha de floración, porte de la planta, así como, tamaño de la semilla, carácter doble vaina y resistencias a problemas como rabia, fusarium y roya del garbanzo. También “disponemos de marcadores moleculares asociados a estas resistencias a rabia y fusarium, las dos enfermedades más importantes en garbanzo”.
Además, su trabajo ha permitido el desarrollo de una colección de líneas puras con resistencia a las dos enfermedades citadas, diferentes tipos de grano, ciclos de floración y porte de planta. Ello, contribuye a la consecución de una mayor variabilidad genética y biodiversidad, lo cual, es de gran importancia socioeconómica.
Así, de entre distintos trabajos con empresas, se puede citar una colaboración de dos años, mediante artículo 83, gestionado por la OTRI, con la cooperativa Campo de Tejada de Huelva. La labor del equipo de investigadores cordobés tuvo relación con temas de asesoramiento y aportación de conocimientos para la obtención de nuevas variedades de garbanzo blanco lechoso resistentes a enfermedades como rabia o fusarium.
La superpoblación, el deshielo de los polos o la desaparición de algunas especies nos lleva a buscar especies vegetales y animales con mayor productividad, resistencia al medio ambiente y a enfermedades presentes en el mismo, previo estudio del genotipo o sistema genético de los individuos.