Viernes, 03 Mayo 2024 08:13

El proyecto 'NABASTAT' desarrolla nuevas estrategias para mejorar la eficiencia y sostenibilidad de las baterías de sodio

Escrito por UCC+i

El uso de cátodos orgánicos o de ánodos a partir de desechos biológicos son algunas de las novedades que el proyecto está poniendo en marcha en su búsqueda de sistemas de almacenamiento de energía alternativos al litio, el material que, por ahora, domina el mercado

A pesar de que el rendimiento de las baterías de iones de litio ha mejorado en las últimas décadas y son usadas a escala mundial, el uso de este metal se enfrenta a un grave problema de disponibilidad: Casi el 85% de sus reservas están ubicadas en lo que se conoce como el triángulo del litio, una zona geográfica ubicada en el límite entre Argentina, Bolivia y Chile. Todo apunta, además, a que la demanda de baterías se disparará en las próximas décadas: Por establecer sólo una comparación, cada vehículo eléctrico equivale a unas 7.000 baterías de teléfonos móviles.

Por ello, la carrera científica por sustituir al litiose puso en marcha hace ya varios años y en este contexto se sitúa el proyecto 'NABASTAT', una iniciativa que busca mejorar la eficiencia y sostenibilidad de las baterías empleando para ello uno de los elementos más abundantes del planeta y con propiedades interesantes para almacenar energía: el sodio.

El proyecto integra a las universidades de Córdoba (UCO) y Alicante y a la empresa PowerElectronics España. Hasta la fecha, ha conseguido desarrollar dos estrategias para eliminar en los cátodos -los electrodos positivos de la batería-, dos metales catalogados como críticos por la Unión Europea debido a su mayor escasez, distribución irregular y problemas de extracción: el niquely el cobalto. En su lugar, el proyecto ha planteado el uso de hierro,un metal de transición próximo a los anteriores, que podría reducir el precio y mejorar la sostenibilidad de las baterías manteniendo comportamientos parecidos.

Más allá de esto, el proyecto de investigación también está trabajando en el diseño de ánodos -el polo negativo de la batería- más sostenibles. Tal y como explica el catedrático de Química Inorgánica y coordinador del proyecto en la UCO José Luis Tirado, estos suelen obtenerse a partir a partir de pirólisis (calentamiento a altas temperaturas en ausencia de oxígeno) de compuestos orgánicos puros"que tienen un precio elevado". Frente a ello, el proyecto propone obtener estos compuestos a partir de desechos biológicos mediante un procedimiento sencillo de tratamiento con ácido, lo que permitiría no sólo abaratar el proceso sino también dar un valor añadido a estos desechos.

Los planes de explotación de la tecnología seleccionada serán evaluados por PowerElectronics España, una empresa extendida internacionalmente en el campo del almacenamiento de energía eléctrica. Los resultados podrían tener distintas aplicaciones, especialmente en el ámbito de las energías renovables, "ya que no necesitan baterías de enorme energía por unidad de masa o volumen pero sí grandes cantidades de materiales activos, lo que pone en compromiso al litio", subraya Tirado.

El proyecto, cuyo título es 'Electrolitos y electrodos innovadores para una nueva generación de baterías de sodio para aplicaciones estacionarias', fue seleccionado para su financiación por MCIN/AEI/10.13039/501100011033 y por la Unión Europea “Next Generation EU”/PRTR en la convocatoria de 2021. Posee una duración de tres años, prorrogables a partir de diciembre de 2024. Sus resultados estarán disponibles en la página web www.nabastat.es

 

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