El evento, que se desarrolló bajo el lema “Deja de ser una oveja”, contó con la colaboración de la empresa Innovación Colectiva, que facilitó todo el concurso con su metodología propia y disruptiva. En el I Concurso de la Facultad de Veterinaria, Innovación Colectiva puso en práctica su metodología de aprendizaje experiencial, que se basa en el “aprender haciendo”. Los estudiantes, organizados en equipos, tuvieron que trabajar durante un tiempo limitado en la elaboración de prototipos de ideas innovadoras que mejoren los servicios veterinarios y de Cyta. El concurso permitió a los estudiantes desarrollar su creatividad e ingenio aplicado a modelos de negocio reales, aprender a trabajar en equipo de forma eficaz, poner en práctica sus conocimientos y habilidades, prototipar modelos de negocio innovadores y defender sus ideas ante un jurado y el resto de sus compañeros.
Los dos equipos ganadores recibieron premios en metálico al equipo más creativo y al proyecto más viable.
La Facultad de Veterinaria ha puesto en marcha esta iniciativa dentro del horario lectivo y antes de que dé comienzo el rotatorio clínico para el alumnado de Veterinaria con el objeto de fortalecer las habilidades emprendedoras en una profesión -en el caso de Veterinaria- con un gran porcentaje de afiliados en régimen de autónomos (15,02%), solo por detrás de otras Ciencias de la Salud como Fisioterapia (25,88%) y Arquitectura y construcción (17,12%).
Asimismo, durante la inauguración se ha destacado que Veterinaria sigue estando entre las carreras con peores sueldos al entrar al mercado laboral, y la brecha salarial de género en salario bruto por hora es del 9,4 % (20,9 % si tenemos en cuenta el salario medio anual). También se ha destacado que Ciencia y Tecnología de los Alimentos es un grado con un enorme potencial en el campo agroalimentario y necesita un mayor impulso y visibilidad en el tejido productivo. Aún presenta tasas de emprendimiento bajas, alrededor del 4%, con un gran margen de mejora. La franja salarial predominante en el salario neto mensual del científico y tecnólogo de los alimentos en 2019 fue 1.000-1.499 euros, menor que para la totalidad de títulos de su ámbito (Ingeniería, industria y construcción), que se sitúa entre 1.500-1.999 euros.
Este evento pone de manifiesto el compromiso de la Facultad con la innovación, el emprendimiento, el trabajo en equipo y la colaboración con empresas líderes en el desarrollo de competencias transversales.
Los estudiantes trabajando sus propuestas en equipos.
Estudiantes ganadores del concurso junto al decano de la Facultad y el equipo de Innovación Colectiva.