Junto a Romo, han participado en este acto de clausura la presidenta de Crue–Profesorado y rectora de la universidad anfitriona, María Vicenta Mestre; el presidente de Crue–I+D+i y rector de la Universidad de Castilla-La Mancha, Julián Garde; el vicerrector de Investigación de la UV, Carlos Hermenegildo Caudevilla, y la consellera valenciana de Innovación, Universidades, Ciencia y Sociedad Digital, Josefina Bueno.
«La investigación y la innovación han jugado un papel esencial para hacer frente la pandemia», ha afirmado el presidente de Crue, que ha recordado que las tres vacunas contra la Covid-19 «han salido de tres universidades». Romo ha señalado que, pese al bajo nivel de inversión en I+D en España (60% de los recursos medios de la UE27 y 50% de los de la OCDE), la producción científica –que se realiza mayoritariamente en las universidades– representaba en 2020 el 3,3% de la producción mundial, un dato que sitúa a este país entre los once primeros del mundo y el noveno en investigadores altamente citados. En este contexto, también ha mencionado la alta representación de las universidades españolas entre las mil mejores del mundo en materia de investigación en el ranquin de Shanghái.
El también rector de la Universidad Carlos III de Madrid ha dicho que los retos para las instituciones universitarias, «no son solo tecnológicos, sino también sociales». En este sentido, ha apuntado que, si algo han puesto de manifiesto las tres crisis vividas en este primer cuarto de siglo, es que el desarrollo debe mantener a las personas y al medio ambiente en el centro de su estrategia. «Es imprescindible que las transiciones digitales y verde, como insiste Europa, sean justas e inclusivas», ha aseverado.
El valor de Crue
El presidente de Crue-I+D+i, el rector Julián Garde, ha destacado de las jornadas el valor de la presencialidad y la asistencia de más de 500 personas y ha subrayado que eventos como este muestran «lo importante que es Crue y lo importante que es esta sectorial de I+D+i». En este sentido, ha valorado el servicio y la ayuda que presta a las universidades españolas para adaptarse a los cambios. «Somos una organización, diversa, heterogénea y variable, con universidades de distintas comunidades autónomas y tamaños. Esto es lo que le da valor a Crue».
En la misma línea, la rectora de la Universitat de València, Mª Vicenta Mestre, ha destacado la importancia de retomar la presencialidad en unas jornadas que suponen «la movilización de una impresionante cantidad de responsables de gestión de la investigación, la innovación, transferencia de conocimiento y bibliotecas». Para la rectora, el objetivo prioritario de la investigación debe ser «el progreso científico y su aplicación práctica para la mejora de la calidad de vida de las personas en sus múltiples dimensiones».
Tras destacar la importancia del avance hacia la igualdad efectiva entre hombres y mujeres y la lucha contra la desigualdad económica y la promoción de los valores de una sociedad avanzada y diversa, la también presidenta de la sectorial Crue–Profesorado ha remarcado «la necesidad de una carrera profesional de carácter académico y/o investigador, así como la incorporación de nuevas figuras contractuales en la futura Ley Orgánica del Sistema Universitario».
500 asistentes de todas las universidades
Durante tres días, unas 500 personas de equipos rectorales y directores y directoras de investigación, innovación, transferencia, divulgación científica y bibliotecas de las universidades españolas han debatido sobre la nueva Ley de la Ciencia, los cambios en el modelo de valoración del currículo en los procesos de acreditación, el reto de la lucha contra la desinformación científica y la incorporación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en la investigación. También han analizado el papel de la futura Oficina de Ciencia y Tecnología del Congreso de los Diputados, que tiene como objetivo incorporar una visión científica en el desarrollo de leyes.
El ministro de Universidades, Joan Subirats, intervino en directo en la inauguración de las jornadas este miércoles, 10 de noviembre, donde aseguró que la futura Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU) contempla una serie de modificaciones que pueden ayudar a solventar algunos de los «riesgos» que afectan a la investigación universitaria. Entre estos cambios, destacó la simplificación de procedimientos, nuevos métodos de evaluación, acceso abierto a datos y publicaciones, así como la posibilidad de crear programaciones presupuestarias plurianuales «para que las comunidades autónomas puedan singularizar la misión de cada universidad».