Respecto de las características básicas de los ejercicios de los que consta la prueba, la rectora ha calificado de «positivo que se evalúe por competencias». Aunque en este caso, se ha matizado que el Ministerio competente debería establecer cuanto antes las directrices que permitan desarrollar el nuevo formato competencial de las pruebas. También se ha considerado acertada la decisión de valorar la coherencia, cohesión y corrección gramatical y ortográfica de todos los ejercicios que impliquen producción de texto.
Igualmente, Alcón ha visto razonable replantear la optatividad y «eliminar un modelo de prueba que surgió de manera extraordinaria para dar respuesta a la situación de pandemia». CRUE ha puntualizado que ni se vuelve a la rigidez del modelo prepandemia ni se flexibiliza en exceso, como estaba ocurriendo, con la consiguiente elevación ficticia de las notas de corte.
Alcón también ha señalado que CRUE ya está trabajando para que, como indica la norma, al inicio de cada curso escolar se puedan hacer públicos los criterios de organización, la estructura básica de los ejercicios y los criterios generales de evaluación. Además, ha insistido «en la necesidad de avanzar hacia un calendario único que tenga en cuenta no solo la realización de las pruebas, sino la preinscripción y la matrícula, con el objetivo de quitar tensión a las familias y a los estudiantes, que tienen que estar pendientes de los plazos que establece cada comunidad autónoma».
Por último, CRUE ha confirmado que la nueva redacción del artículo 10, referente a la participación en la prueba, acaba con la duda sobre el lugar en el que los estudiantes podrían examinarse. La primera vez será, obligatoriamente, en el ámbito territorial donde haya finalizado los estudios que permiten el acceso; las sucesivas, en la que residan o en la contemplada inicialmente.
Y sobre la revisión de las calificaciones, ha mostrado su satisfacción por que, al abandonar la idea de volver a la doble corrección, se evite alargar el procedimiento. Además, la nueva propuesta para el caso de ir a una tercera corrección, que ahora se realizará por dos correctores diferentes a los dos anteriores y que serán los que otorguen la nota final de forma consensuada, será más justa para el estudiante, aunque demande aumentar el número de correctores.