Durante su discurso, Alcón subrayó el papel de la Universidad «como institución clave en el progreso social» y el de CRUE como «asociación viva y dinámica, comprometida con los grandes desafíos de la década». La presidenta recordó el esfuerzo profesional y personal de la comunidad universitaria para mantener la calidad del sistema durante la época de los drásticos recortes impuestos por la crisis económica de 2008 y, también, con la irrupción de la pandemia de la Covid 19, cuando toda la docencia presencial se trasladó en un tiempo récord a otra de emergencia en remoto. En este punto, Alcón agradeció la colaboración y cooperación de las entidades e instituciones que en aquellos momentos tan duros dieron «lo mejor por el bien conjunto de la sociedad».
La presidenta de CRUE afirmó que «los jóvenes creen en la Universidad y apuestan por ella como inversión de futuro y espacio de oportunidades», enfatizó que la Universidad es cada vez más inclusiva y diversa e identificó los desafíos que afronta el Sistema Universitario, entre ellos, el aumento de la política de becas, el acercamiento de la investigación al sector productivo y la consecución de una igualdad real entre hombres y mujeres. Para terminar, Alcón dio las gracias a los asistentes por «estar al lado de las universidades».
A lo largo de su intervención, la presidenta de CRUE destacó el trabajo realizado «a favor del consenso y el entendimiento», así como «el reto» actual que supone «la implantación de la LOSU». En este sentido, Alcón valoró la decisión del Gobierno de financiar 3.400 plazas de ayudante doctor ya desde el próximo curso y la ratificación del programa por parte de las comunidades autónomas. «Aunque ha costado, debe ser el punto de partida de nuevos acuerdos para fortalecer el Sistema Universitario Español», dijo la, también, rectora de la UJI.
Por su parte, la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, calificó a CRUE como «actor imprescindible», no solo por su labor en el ámbito educativo, sino también «social y político». Asimismo, definió a la asociación como la «voz de las universidades ante las empresas y la sociedad» y apuntó que «lo ha hecho proponiendo y compartiendo propuestas reales con vocación de servicio a la sociedad española».
Durante este evento, se homenajeó a antiguos presidentes de CRUE y miembros del Comité Permanente, que dieron testimonio de sus vivencias al frente de sus respectivas universidades y destacaron del papel que jugó CRUE desde sus inicios. Esther Giménez Salinas, actual Síndica de Greuges de Cataluña, miembro del Comité Permanente durante sus diez años como rectora de la Universitat Ramon Llull (2002-2012), puso el acento en el «optimismo» de esta asociación, que calificó de «empática y solidaria» con las universidades y la sociedad española.
Alejandro Tiana, vicepresidente de CRUE, rector de la UNED entre 2013 y 2018 y, posteriormente, secretario de Estado de Educación, resaltó la creación en CRUE de un «proyecto político sólido», mientras que Margarita Arboix, rectora de la Unversitat Autònoma de Barcelona entre 2016 y 2020, señaló que CRUE no solo es un «pilar» para las universidades, sino también para los gobiernos y la sociedad.
Juan Ramón Medina, primer presidente de CRUE durante su etapa al frente de la Universidad de Sevilla (1992-1996), explicó el origen de esta asociación en el año 94. «Varios rectores, que nos reuníamos de forma periódica para compartir preocupaciones y experiencias de las universidades, decidimos proponer políticas conjuntas y constituimos CRUE en Salamanca, en el año 94», indicó, para añadir que esta asociación se ha convertido en estos treinta años en un «referente» de la política universitaria española.
Juan Vázquez, presidente de CRUE de 2003 a 2007 y rector de la Universidad de Cantabria, destacó el «privilegio» que supuso para él liderar la asociación, mientras que Ángel Gabilondo, actual Defensor del Pueblo, presidente de CRUE entre 2007 y 2009, rector de la Universidad Autónoma de Madrid y ministro de Educación (2009-2011) enfatizó el «compañerismo» de los rectores y rectoras «de promoción» con los que compartió retos y desafíos.