Esta semana hemos acompañado a algunos de los participantes en EmprendeUCO, 35 jóvenes de entre 18 y 31 años, a sus mentores y profesores y al equipo de Fundecor que han hecho del lema “Nada puede con nosotros, seguimos online”, un mantra para pasar del dicho al hecho, no instalarse en la queja y continuar adelante con las herramientas que la tecnología pone a nuestra disposición.
“El trabajo en EmprendeUCO estaba muy bien organizado previamente, por lo que las consecuencias del traslado a lo virtual han sido mínimas. Sigue estando muy bien coordinado, el equipo está muy cohesionado y tenemos la suerte de contar con emprendedores altamente motivados”, sostiene Maribel Rodríguez Zapatero, profesora del Área de Organización de Empresas en la Facultad de Ciencias del Trabajo y Turismo, y mentora de 5 proyectos en EmprendeUCO. Maribel sabe de lo que habla, pues lleva 8 años siendo mentora y formadora en este programa. “En mi caso, la transición a lo virtual ha sido fácil por dos motivos. Uno, porque ya estoy muy acostumbrada al mundo online en mi día a día y, por tanto, no ha supuesto un esfuerzo grande. Y, segundo, porque las videoconferencias funcionan muy bien con grupos pequeños. Obviamente, la complejidad de gestión de una clase online en la docencia oficial, donde puedes tener más de cien alumnos es mucho mayor”, explica.
Efectivamente, todos los mentores (Maribel Rodríguez, Rafael Rodríguez, Sergio Tejerina, Fran Gómez y Javier Orti) y formadores de EmprendeUCO son profesionales que se mueven habitualmente en el sector tecnológico. Tal es el caso de Rafael Rodríguez Julián, quien también mentoriza 4 grupos e imparte clase en el programa. Este ingeniero y emprendedor tecnológico, es un habitual en formación y mentorización en EmprendeUCO y otras iniciativas similares en distintos puntos del país. “La virtud de lo presencial es la empatía que puedes generar con los alumnos. Online, al principio, cuesta más. Sin embargo, la ventaja que tenemos es que ya conocíamos a los chicos de las sesiones presenciales. Por tanto, si ya has establecido contacto presencial con ellos, los conoces y previamente has generado cierta empatía con ellos, el paso al online a mí no me parece difícil. La mentorización empresarial se hace perfectamente de forma virtual si antes has tenido contacto presencial con ellos”, opina. Rafael coincide con Maribel en su percepción del grupo de profesores y mentores. “El grupo de mentores somos una piña, un equipo muy consolidado junto a María García y a Rosa Posadas de Fundecor. Llevamos años trabajando juntos y eso lo hace más fácil. Supongo que para los equipos que son más inconexos es más difícil esta transición”, sostiene.
Cada mentor tiene a su cargo diferentes proyectos de emprendimiento, distribuidos por conocimiento del sector. La labor del mentor es monitorizar el avance de los proyectos de emprendimiento dentro de EmprendeUCO, acompañar a los emprendedores, darles feedback a los respectivos avances de sus proyectos, etc. También realizan sprints o reuniones programadas en el tiempo con diferentes contenidos que responden a un proceso de emprendimiento. Estas reuniones consisten en 4 horas de trabajo, 3 de las cuales son de cada mentor con sus grupos y luego una hora en común de todos los mentores junto con todos los proyectos de emprendimiento. Al transformarse en reuniones virtuales han adaptado las dinámicas. “Ahora estamos una hora de forma individual con cada grupo y luego hacemos una puesta en común”, explica Maribel. “La base de que todo esto siga funcionando es, como te comentaba antes, que está muy bien organizado por parte de Fundecor. Incluso ahora, online, está previamente pautado quién va a intervenir en cada momento. La bondad es que el trabajo que realiza María García es de un absoluto control sobre el programa, así es todo mucho más fácil”, destaca.
“El emprendimiento y la creatividad han emergido en este momento de dificultad y los 25 proyectos que se encontraban en marcha continúan su trayectoria gracias a las múltiples herramientas de trabajo telemático que han sido implementadas de forma inmediata y precisa por el equipo de gestión”, sostiene Enrique Quesada Moraga, vicerrector de Investigación y Desarrollo Territorial de la Universidad de Córdoba, a quien corresponde el impulso de todos los programas de emprendimiento y empleo de la UCO. “Esto se traduce en trabajo colaborativo, asesoramiento en red y conexión del estudiantado con una privilegiada red de expertos en innovación y modelos de negocio, sin olvidar el desarrollo de nuevas actividades complementarias adaptadas al trabajo en red… En definitiva, EmprendeUCO ha proyectado el emprendimiento y el espíritu de liderazgo a situaciones nunca esperadas, y de las que sin duda saldrá reforzado”, opina. Librado Carrasco, presidente de Fundecor, considera que "una de nuestras prioridades en las actuales circunstancias en las que se encuentra nuestra sociedad y los universitarios es la de enfrentarnos a ellas de una forma decidida, original, creativa, dinámica, comprometida y no exenta de disrupción con la manera con las que hasta ahora trabajábamos. Nos hemos convertido en unos emprendedores en la forma de abordar la gestión de los programas, transformando las dificultades, la incertidumbre y la necesidad de dar una rápida respuesta, en la virtud del compromiso del personal, los docentes, tutores, mentores y estudiantes. En convertir la urgencia de cambiar el sistema de trabajo, pero no la programación y los contenidos, en adaptarnos a utilizar nuevas herramientas capaces de realizar nuestras actividades dentro de esa nuevo espacio virtual, que hasta hace no demasiado tiempo, creíamos muy lejano. El trabajo realizado en años anteriores, la experiencia en la gestión, la programación de la actividades y, sobretodo, el compromiso personal de todos los miembros de la Fundación están siendo nuestros mejores aliados en estos momentos".
“Si tienes ganas, es imposible no aprovecharlo”
Pero ¿y los emprendedores? ¿Tienen la misma sensación que los mentores? Guillermo Montes es un joven graduado en Administración de Empresas. Pese a su juventud, sabe bien lo que es el emprendimiento no solo como una búsqueda de negocio sino también como un modo de vida. De pasar un año opositando a Inspección de Hacienda decidió transitar rutas menos confortables y seguir su verdadera vocación. Comenzó un Máster en Entrenamiento Personal y actualmente cursa un Grado Superior en Acondicionamiento Físico. “He seguido una trayectoria inversa a la línea recta que se supone que hay que llevar, pasando de un Grado a un Ciclo”, dice entre risas. Por eso, junto con otros cuatro compañeros apasionados del ejercicio físico entró a formar parte de EmprendeUCO y montar el proyecto Factor Fuerza, un método terapéutico para trabajar junto a fisioterapeutas en clínicas y hospitales. “Respecto a EmprendeUCO, ellos nos ponen todas las facilidades del mundo. Estaba muy bien coordinado de forma presencial y ahora también online”, opina. “Obviamente, siempre se pierde un poco el contacto personal. Las clases largas se hacen algo más pesadas, porque no es lo mismo preguntar online que en persona. Antes, en directo, podías comentar la jugada con los compañeros, por así decirlo, y ahora lo hacemos por whatsapp. Pero también te digo que, si tienes ganas como nosotros, es imposible no aprovecharlo”, afirma. Guillermo coincide con Rafa Rodríguez en que haberse conocido antes en persona favorece el afrontar las clases online.
Guillermo Montes, participante en EmprendeUCO 2020, en una reunión virtual con sus compañeros de proyecto.
Javier Ruiz Riquelme es graduado en Bioquímica y también ha pasado por el mundo de las oposiciones. Mientras su vida se resuelve en uno u otro camino, decidió no quedarse de brazos cruzados e ideó Curiokids, un proyecto de venta por suscripción de juguetes educativos de temática de ciencias básicas. Según Javier, Curiokids pretende facilitar a las familias una opción no digital de juegos para sus hijos que hayan sido previamente testados con garantía por alguien conocedor de la materia. Por eso está en EmprendeUCO. “Estoy muy contento con cómo funciona el programa. Los mentores tienen muchísima flexibilidad”, nos cuenta. “Obviamente, da penilla no estar físicamente junto a los compañeros, charlar… pero mis compañeros siguen manteniendo la moral muy alta. Realmente, el equipo sigue siendo muy participativo en las sesiones virtuales”.
Javier Ruiz, participante en EmprendeUCO 2020, durante una sesión de mentoría.
Para comprobarlo, entramos como invitados en la clase virtual de Consuelo Verdú Saiz, que tuvo lugar el martes 31 de cuatro a ocho de la tarde. Consuelo es experta en ecosistemas de innovación y emprendimiento y en esta ocasión va a impartir la segunda sesión de prototipado de proyectos. Es la cuarta clase de Lean Startup que tienen, por lo que ya la conocen de anteriores sesiones presenciales. Empieza puntual. Ha adaptado su presentación al nuevo contexto de alerta sanitaria y comienza comentando el caso de negocios que han florecido en la época del coronavirus. Interactúa con los alumnos. Les pregunta qué harían ellos si fueran los dueños de Amazon en estos momentos. Los alumnos dan su opinión. Hay debate. Los micros de los participantes solo se abren para contestar a Consuelo o para hacerle alguna pregunta, por lo que la sesión transcurre tranquila a ese respecto. El chat, de forma paralela, sirve para lanzar dudas, comentarios, intercambios entre los alumnos. La profesora presenta herramientas prácticas de diseño de prototipos que suscitan el interés de los emprendedores. Todo va bastante fluido hasta la que la imagen de Consuelo se queda congelada en la pantalla. Suponemos que ha perdido la conexión. Esperamos. Mientras, los alumnos aprovechan para abrir sus micros y comienzan a preguntarse mutuamente por sus proyectos. El ambiente no decae. Rosa Posadas, coordinadora en este programa en Fundecor, que está en todo momento presente, nos cuenta que Consuelo no ha tenido un problema de red, sino que ha habido un corte momentáneo de luz en Madrid (esa tarde estaba nevando en la capital). Cosas del directo. A los minutos vuelve y la clase sigue su ritmo normal.
“La docencia online es mucho más cansada”, sostiene Maribel Rodríguez. “Hay que prestar atención simultánea a varios canales: videoconferencia, chats, moderar una sala, etc. El nivel de exigencia es mayor. Lo que antes hacíamos de forma puntual ahora es lo habitual, pero nos vamos acostumbrando. Es como el que empieza a hacer deporte por primera vez: al principio todo es agotamiento, pero al mes ya se va notando en forme”, opina. De la misma opinión es Rafael Rodríguez. “Las formaciones de 4 horas sí que cuestan un poquito más porque al, no verlos presencialmente, no eres capaz de medir tan bien cómo está funcionando la clase. Aun así, tengo mis truquitos: obligarlos a participar, cambiar las presentaciones y hacer algunas dinámicas que vayan más adaptadas al online…. No puedes dar online el mismo taller que tenías pensado en lo presencial. Hay que cambiar el chip”, comenta. En la habilidad y adaptabilidad de los formadores y mentores está la clave. Sergio Tejerina es también mentor de 5 proyectos, además de mentor especialista en todos los proyectos de comunicación de los participantes en EmprendeUCO. “La principal diferencia es la piel, el contacto humano. El trabajo se hace más complejo en este aspecto debido a que la conexión visual y el lenguaje no verbal es diferente para el medio físico que para interlocutar con cámara. Pero nos adaptamos e intentamos sentar las bases de la comunicación no verbal y hacemos ejercicios a través de nuestras cámaras web”, nos explica.
Lección de resiliencia
Esta adaptabilidad la están también aprendiendo los propios emprendedores. Natalia Aguilar Osuna es una estudiante del último curso del doble grado en Derecho y ADE. Aunque empezó sola en esta aventura, por el camino se unió a otros participantes en el programa para lanzar La Tribu, un proyecto de bolsos personalizados en el que el cliente customiza sus bolsos. “Sí, da algo más de pereza estar online que en clase física, pero ahora los profesores hacen las clases más dinámicas y enfocándose más en lo práctico y, de esta forma, trabajamos la parte teórica en casa, a nuestro ritmo”, explica. “En las clases largas virtuales a los profesores les cuesta más captar nuestra atención de la misma forma que antes, por eso ahora lo hacen más práctico. Se han adaptado rapidísimo y ha sido un trabajo extra por su parte que valoro muchísimo. Igual que Fundecor, se están volcando al máximo para que podamos aprovechar las clases de la misma forma”, opina. “Los alumnos aprovechamos mejor ahora las mentorías individuales, porque agrupamos las dudas y vamos al grano”, sostiene.
Natalia Aguilar, participante en EmprendeUCO 2020, durante una sesión de clase online.
Sergio Tejerina pone el acento en ese mismo aspecto. “En un mundo globalizado, esta puede ser una oportunidad para que aprendan a comunicarse a través de vídeo conferencias huyendo del modelo tradicional de entrevista 1.0. Es más, uno de los objetivos de estos programas es que adquieran habilidades blandas. En esta edición una de las que sí o sí van a adquirir por necesidad es la resiliencia. Es una de las habilidades blandas que más me gusta y que más predico: la adaptación al cambio, el estar atento a cualquier novedad o cambio de situación y aportar una solución o al menos detectar que puedes hacer”. Aprender a disfrutar de la montaña rusa, en palabras de otro mentor, Rafael Rodríguez. “Yo meto mucho ese discurso: emprender es como una carrera de fondo o una montaña rusa y que lo que tenemos encima es gordo, claro que lo es. pero que esto es un sube y baja y, en estos momentos, lo que no podemos controlar tenemos que olvidarlo y centrarnos en las cosas que sí dependen de nosotros y avanzar por ahí”. Una lección de resiliencia empresarial y de vida en toda regla.
Y por eso los proyectos siguen a pesar de todo. “A nivel de trabajo con los chicos hay que cambiar el chip también”, nos explica Rafael, “porque nuestro programa está muy enfocado a salir a la calle, a preguntar a empresas, posibles clientes…. A validar, en otras palabras. Ahora no se puede hacer físicamente y en muchos casos se ven frenados por ahí. Sin embargo, hay un montón de tareas que sí pueden hacer en casa ahora que tienen más tiempo, por ejemplo, investigar bien el mercado, la competencia, ideas para gestionar mejor el proyecto, la página web…. Son temas que cuando estás en la vorágine del día a día, no tienes tiempo para hacer y ahora sí”. En esta situación se ha visto inmerso Javier Ruiz, que tenía que validar su proyecto haciendo encuestas a padres y madres a la salida los colegios. El mensaje, por tanto, es que “hay que validar con las herramientas e información que tengamos disponible ahora, avanzar en nuestro proyecto, mejorar nuestro producto o servicio e imagen y hacer un plan de márketing para cuando volvamos a abrir”, sentencia Rafael.
Cuidar el lado humano
Pero nada de esto hubiera sido igual sin el acompañamiento. Maribel Rodríguez lo explica así. “Fundecor ha tomado iniciativas propias y se ha preocupado por las condiciones técnicas de trabajo de los alumnos. Te pongo un ejemplo, para algunos alumnos que no tenían tarifa plana de datos ha buscado soluciones alternativas haciéndose cargo del aumento de la tarifa o, en el caso de que la compañía de telecomunicaciones actualmente no lo permita, grabando todo el material para que el alumno no se descuelgue. A ese respecto, Fundecor se ha preocupado no solo porque la docencia continúe, sino también por las diferentes situaciones que tiene cada uno”, desgrana. Javier Ruiz y el resto de los compañeros así lo destacan. “María y Rosa, de Fundecor, están muy pendientes del lado humano de los alumnos y se agradece”. Y si para mantener el ánimo alto hay que celebrar un “pijama sprint”, pues se hace y todos tan contentos. “Los proyectos siguen con ánimo, en parte debido al gran trabajo de María y Rosa, que hacen que todo funcione. En época de crisis imaginación al poder: videoconferencias en pijama, cibermeriendas y sobre todo espíritu de crecimiento. No queda otra y esa lección la estamos aprendiendo todos, sobre todo los proyectos”, comenta Sergio Tejerina. “Por eso yo digo que EmprendeUCO es carácter emprendedor en las duras y en las maduras”.
No es, por tanto, de extrañar la opinión satisfecha de Rafael Linares, director gerente de Fundecor: “Ante una situación adversa extraordinaria hemos sido capaces de reorientar una actividad de importancia en el entorno emprendedor actual en Córdoba como es EmprendeUCO. El éxito depende siempre de un conjunto, y en este caso, las entidades como Diputación de Córdoba y Universidad de Córdoba han apostado por fortalecer aún más el programa, apoyando al equipo de gestión de Fundecor en las decisiones de cambio y adaptación, así como es importante reconocer la disponibilidad y predisposición de nuestros mentores, nuestros formadores y por supuesto la actitud de los emprendedores, quienes están permitiendo que el programa continúe de una forma normal, con la misma ilusión pero con la utilización de más tecnología y medios telemáticos y más unión para superar esta situación. No solo emprendemos, aprendemos y es lo que debemos demostrar”. Por su parte, Miguel Ruz Salces, diputado delegado de Empleo de la Diputación Provincial de Córdoba afirma que “la Diputación de Córdoba ha creído desde el inicio en un programa de alta calidad que genera cada año emprendedores para nuestra provincia y que desarrollan su negocio a nivel nacional. El éxito de mantenerse en un momento como el actual, se debe al estado de madurez del mismo, a su capacidad de adaptación y al apoyo de esta institución para mantener en desarrollo iniciativas que generan empleo, aun en momento de dificultad”.
María García, coordinadora de este programa en Fundecor, lo tiene claro: “En EmprendeUCO nos hemos sabido adaptar a esta sacudida gracias a la capacidad que tiene todo nuestro entorno para el uso de las herramientas digitales. EmprendeUCO sigue dando guerra y así seguiremos durante todo nuestro camino”. Y que así sea.