Varón, de mediana edad, de nivel económico medio-alto y con estudios secundarios y universitarios. Ese es el perfil con el que el vicepresidente del Consejo Social de la Universidad de Córdoba, Bartolomé Cantador, ha descrito la figura actual del emprendedor en nuestro país. Una definición que en los últimos tiempos va cambiando, con la incorporación de las mujeres en la apuesta por la innovación y la creación de nuevas empresas.

Cantador, a lo largo de su intervención dentro del curso "Orientación laboral y técnicas de empleo" ha descrito a los alumnos cuáles son las actitudes emprendedoras desde la perspectiva universitaria. Una actitud que lejos de ser innata "se aprende", y en cuyola Universidad tiene mucho que aportar "como caldo de cultivo". Esta capacidad de innovación y de asunción de responsabilidades trasciende, a juicio del vicepresidente del Consejo Social de la UCO, el ámbito de la empresa, siendo necesaria y perfectamente aplicable dentro del campo de la docencia y de la investigación.

Bartolomé Cantador señaló a la Universidad de Córdoba como ejemplo de una institución que fomenta la cultura emprendedora a través de una serie de servicios que ponen en contacto al investigador con el mundo de la empresa, su propia organización como corporación empresarial y su apuesta por el Parque Tecnológico de Rabanales XXI. Esta labor se complementa a través de su Consejo Social que, con una red de oficinas de orientación laboral, la puesta en marcha, el pasado año, de un taller de emprendedores y la próxima convocatoria de un certamen para reconocer la labor innovadora más destacada, intenta imbuir a los estudiantes de la UCO la necesidad de que cada vez sean más los que opten por esta vía de creación de empleo.

Paralelamente, Cantador ha reclamado la necesidad en nuestro país de avanzar hacia una mayor inversión en I+D+i especialmente en el ámbito de la empresa privada, considerando que el nivel de inversión pública es homogable a otros países europeos.