El estudiante del Grado en Cine y Cultura, Guillermo Parrilla Sevilla, ha terminado un nuevo cortometraje que tendrá su estreno el próximo mes de enero en el municipio de Castellar. Posteriormente, se proyectará en los Cines Axion de Córdoba. El cortometraje, titulado ‘El Camino de las Bestias’, es una historia fantástica, cercana al suspense y al terror, que narra la curiosidad de Miguel, un niño que trata de encontrarse cara a cara con una criatura que merodea por las noches en el camino que pasa por su cortijo.
Después de meses de trabajo, el 9 de noviembre terminó el rodaje de este nuevo corto de Guillermo, que ha sido rodado en el municipio jiennense de Castellar, en localizaciones como la Colegiata de Santiago o las Cuevas de la Lobera. La sinopsis es la siguiente:
“Un equipo de televisión se dirige hacia un pequeño municipio jiennense para encontrarse con Miguel, un hombre de cerca de 70 años bien conocido en la villa por una historia oscura y fantástica que le rodea. El reportero lo entrevista y cuando Miguel comienza a relatarnos su historia: volvemos al pasado.
Miguel de niño, su padre, Vicente, y Garbanzo, su perro, se encuentran en su cortijo. Vicente le advierte del peligro que corre si decide salir de casa durante la noche. Le cuenta que una bestia recorre el camino de los cortijos cercanos en busca de comida y la única forma de que la bestia no les encuentre es apagando las luces por completo. El niño, curioso, imagina esa criatura y la plasma en un dibujo que hace mientras pasa las noches mirando por la ventana, expectante, con la intención de encontrarse cara a cara con la bestia.“
Para Guillermo Parrilla Sevilla, el interés ha estado en “el modo de contar una historia fantástica y hasta cierto punto con tintes de terror desde una perspectiva inocente, la de un niño”. “Personalmente, desde muy pequeño he escuchado hablar del "camino de las bestias" de mi pueblo. Un camino empedrado a las afueras que desde la visión de un niño era una auténtica fuente de historias fantásticas. La realidad es que se les llamaba así porque eran los caminos que los agricultores utilizaban para transportarse mediante los burros y los mulos, entonces llamados “bestias”. Mi cabeza trataba de comprender qué tipo de bestias recorrían aquellos caminos, y es de ese concepto inocente del que proviene la semilla que ha hecho germinar esta historia. Finalmente veremos que la bestia es algo mucho más grande de lo que podíamos imaginar.”, señala.