Antes del comienzo del diálogo, el rector de la UCO, Manuel Torralbo Rodríguez, dio la bienvenida institucional a los asistentes, y expresó su felicitación a David Pino por la programación exitosa de cada año, a las personas que se matriculan cada curso y que han demostrado “una gran fidelidad’ y a las instituciones local y provincial que apoyan a la Cátedra para que pueda seguir ejerciendo su actividad. Acompañaron al rector en su saludo al público la decana de la Facultad de Ciencias del Trabajo, Nuria Ceular Villamandos; el consejero de Universidad, Investigación e Innovación de la Junta de Andalucía, José Carlos Gómez Villamandos; y la delegada de Educación e Infancia y Cooperación y Solidaridad en el Ayuntamiento de Córdoba y diputada de Turismo, Narci Ruiz Rodríguez.
David Pino presentó a Miguel Poveda como un “artista comprometido con su profesión”, que “coloca al flamenco en una posición de la más alta dignidad”, y que “ha demostrado una gran generosidad por su visita desinteresada a la Cátedra”. Premio Nacional de la Música en 2007, Poveda acumula 14 discos de estudios y 3 en directo, así como multitud de reconocimientos nacionales.
El cantaor catalán comenzó recordando sus inicios en un barrio de Badalona fuertemente marcado por la emigración andaluza, en el que se expuso desde muy joven al flamenco en la Tertulia Flamenca de Badalona. Poveda afirmó sentirse muy orgulloso de haber hecho ese recorrido desde las peñas a los grandes escenarios, pasando por los tablaos y los festivales. Una meteórica carrera en la que no ha perdido la humildad y la cercanía y en la que aprendió a quitarse muchos prejuicios como el de “si eres catalán, no puedes ser cantaor”. “Cuando estoy en el escenario siento que estoy en mi hábitat natural”, afirmó.
Durante el diálogo con David Pino, se proyectaron varios fragmentos de vídeo, de los cuales, emocionó especialmente a Poveda uno en el que se fundía en un abrazo con Fosforito, para quien tuvo palabras de especial dulzura. Similares elogios dedicó también al desaparecido Enrique Morente, de quien destacó su humildad y su cariño con los flamencos más jóvenes.
Preguntado por el estado actual del flamenco, Poveda indicó que, si bien hubo un momento desolador cuando desaparecieron muchos grandes flamencos, entre ellos Morente, hoy día hay una eclosión de flamencos jóvenes muy interesante. “Estoy al tanto de lo que ocurre en el mundo del flamenco porque me apasiona”, reconoció. “Aunque creo que a nivel institucional todavía no nos lo creemos del todo, en España ahora hay menos prejuicios de la gente a la hora de afirmar que le gusta el flamenco”. “Lo que sí me ofende es la crítica chabacana que degrada al flamenco, me agrede como aficionado. En ese sentido, yo soy el primer crítico de mí mismo, pero yo busco la luz, huyo de la oscuridad”, comentó.
Lorca y el flamenco
A Poveda se le ilumina la cara cuando habla de Lorca y de la impronta que dejó en el mundo del flamenco. “Generó curiosidad e interés por el flamenco en Latinoamérica y es de justicia reconocerle ese mérito. Lorca hablaba con pasión y amor del flamenco, sobre todo del cante”.
El último trabajo del catalán versiona de manera flamenca el ‘Poema del cante jondo’ de Lorca. “He realizado una lectura musical de lo que él escribió, pero desde el flamenco. Los poemas de Federico no siguen la métrica del flamenco, pero me permití esa licencia para crear mi propia atmósfera lorquiana”.
El trabajo, realizado junto al guitarrista Jesús Guerrero, vuelva a llevar a Poveda al mundo del cante. “Tenía muchas ganas de volver al cante en un disco. Siempre lo hago en directo, pero hacía tiempo que no lo hacía en estudio. Jesús Guerrero ha sido fundamental en este proceso por su gran sensibilidad para entender y acompañar el cante”.
Poveda terminó su paso por la Cátedra agradeciendo al público su atención y cariño, arrancándose a cantar unos versos de su último trabajo.