El evento, presidido por el rector de la UCO, Manuel Torralbo Rodríguez, y la decana de la Facultad de Ciencias, Mª. Paz Aguilar Caballos, ha servido para poner en valor esta importante colección, que ya cuenta con su propio archivo digital, de cara a la creación de un futuro museo. La decana de la Facultad de Ciencias agradeció la generosidad de la familia por continuar la donación durante todo este tiempo y, también, la ayuda recibida de Carlos Díaz Izquierdo, hijo del profesor García-Mauriño, y de Manuel Morales en la organización de la ampliación de la exposición y la sala virtual (que solamente expone los elementos nativos) que se ha inaugurado con motivo del 30º aniversario de la donación. Destacó que para la Facultad de Ciencias es un honor acoger esta exposición y que es una obligación de la Facultad difundirla con objeto de promover la vocación científica entre los más jóvenes. Asimismo, anunció que se está trabajando en la propuesta de un Aula de Historia Natural para aglutinar las muestras de geología y biodiversidad objeto de esta colección como otras colecciones que se albergan en la Facultad, como son el herbario y la exposición de instrumentación científica.
Unas jóvenes contemplan los minerales expuestos.
El conservador de la colección, Manuel Morales, ha explicado que esta se trasladó en 2010 al Paraninfo del Campus de Rabanales a petición de la Facultad de Ciencias, después de que no llegara a buen puerto la creación de un Museo de Ciencias Naturales anexo al Palacio de Viana, donde estuvo a principios de los años noventa. Hoy día, por problemas de espacio, aún no puede verse completa. Carlos Díaz, hijo del profesor Díaz García-Mauriño, destacó la vocación de su padre, “un profesor con gran vinculación con Córdoba, quien donó esta colección a la ciudad de Córdoba para que se creara un museo de Ciencias, y servir de núcleo para transmitir la pasión por las Ciencias entre los más jóvenes”. Este año se cumplen 30 años de esa donación y de su muerte “y celebramos que su legado sigue vivo y enamorando a los cordobeses”, destacó.
Como parte de esta celebración, el investigador científico, Pedro Cantalejo Duarte, ofreció una charla sobre “El uso de rocas, pigmentos minerales y conchas marinas durante la transición entre Neandertales y Sapiens sapiens los casos de la Cueva de Ardales y Cueva de la Victoria en Málaga”. Cantalejo ha desgranado que durante los últimos años se ha avanzado, gracias a la aplicación de nuevas tecnologías, en el conocimiento sobre el uso de materiales no orgánicos por parte de las últimas comunidades del Paleolítico medio y los primeros grupos del Paleolítico superior del sur de la Península Ibérica En las cuevas de Ardales –interior de la provincia de Málaga- y Rincón de la Victoria -en la costa- se ha documentado el uso de material lítico (pigmentos minerales (y conchas marinas que demuestran contactos humanos entre los dos yacimientos, situados a 65 km de distancia, indicando una movilidad entre personas y objetos que se remonta más de 25.000 años.
Momento de la charla del profesor Cantalejo.