Tras 657 días de guerra, a los que se le suman los años anteriores de conflicto en la zona fronteriza con Rusia, el impacto educativo en toda una generación de menores y jóvenes empieza a hacer mella. Así lo ha señalado el ministro consejero de la Embajada de Ucrania, Dymitro Matiuschenko. De los 181.000 refugiados ucranianos que hay acogidos en España el 40% son menores. “Estamos muy agradecidos a España por crear un sistema de acogida eficiente y posibilitar a los menores el poder adaptarse a las nuevas condiciones de vida aquí, aprender el castellano y poder combinar los sistemas educativos de Ucrania y español”; ha indicado.
El ministro consejero de la Embajada de Ucrania, Dymitro Matiuschenko.
Durante la jornada se analizará qué políticas educativas se vienen implementando en Ucrania y también en los países de acogida durante los últimos 22 meses para paliar los efectos del conflicto bélico sobre el deterioro del aprendizaje, ha explicado el coordinador del evento, el profesor José Luis Álvarez. A lo largo de este año cuando han empezado a aparecer diferentes signos de deterioro en el sistema educativo, sobre todo en la educación formal. Por ejemplo, actualmente, solo un tercio de los niños y niñas ucranianos de educación infantil están asistiendo a la escuela, según ha explicado el profesor Álvarez. Antes de la guerra, todos los niños ucranianos de hasta seis años asistían a la escuela infantil. El profesorado ucraniano ya ha manifestado deterioro en determinadas áreas curriculares de Lengua, Lengua Extranjera y Matemáticas, entre otras. "El conflicto, sin duda, está ya causando unos efectos visibles en la población infantil ucraniana”, ha aseverado.
Según la embajada de Ucrania en España, los principales problemas a los que se enfrentan estos niños son las secuelas psicológicas causadas por los bombardeos y las violaciones de las cuales ellos han sido testigos. "Además, al cambiarse de un sistema educativo a otro, de un idioma para otro, también se crean dificultades adicionales para cualquier menor y para los adultos”, ha explicado Matiuschenko. "Sin embargo, el Gobierno español ha creado un sistema de acogida eficiente que posibilita el atender las demandas de aprendizaje del idioma, y también se han introducido desde el año pasado la tutores para acompañar a los niños ucranianos para que puedan adaptarse de una manera más fácil a un entorno nuevo”. El ministro consejero ha recordado la necesidad de mantener la atención a los menores ucranianos que aún siguen en Ucrania. “Algunos de ellos necesitan tablets porque varias escuelas han sido destruidas y los niños tienen que dar clases online, y también se necesitan autobuses para desplazar los niños de unas regiones donde no hay escuela a otras donde las escuelas sí están funcionando. También estamos trabajando con los ayuntamientos españoles para que los niños ucranianos puedan pasar aquí en España algunas semanas y no pensar en las sirenas o en los bombardeos”, ha explicado.
Córdoba es una de las provincias españolas en las que menor es el número de alumnado ucraniano escolarizado en el sistema educativo no universitario, sobrepasando apenas el centenar de estudiantes.
La jornada se completa con una muestra de folklore ucraniano, una venta solidaria de productos a favor de la Asociación de Ucranianos en Córdoba y una recogida de barritas energéticas para la población en zona de guerra en Ucrania.