El acto ha estado presidido por el gerente de la Universidad de Córdoba, Eulalio Fernández, quien ha expresado sus condolencias a toda la comunidad universitaria por el fallecimiento a finales de verano del profesor Juan de Dios Torralbo, “cuya huella e impronta va a permanecer de manera imborrable en nuestra memoria”. Asimismo, ha hecho referencia a la inminente adquisición de la Zona Militar, que forma parte de una apuesta estratégica de la Universidad por articular un Campus Universitario Patrimonial que intensifique la vida cultural y académica del casco histórico.
Por su parte, el decano de la Facultad, Ricardo Córdoba de la Llave, ha repasado los retos del nuevo curso, entre otros, la modificación de las memorias de los grados, la aprobación la memoria Verifica del Máster online de instituciones culturales, compartido con Huelva y Almería y que tiene previsto iniciar su andadura en el curso 24-25. Asimismo, el decano ha destacado la habitual numerosa presencia de estudiantes de programas internacionales, casi 400 vinculados al programa Erasmus, y más una decena del programa Preshco. Ricardo Córdoba ha incidido en las mejoras en infraestructuras que necesita acometer el centro, entre las que destaca la adquisición del edificio de La Zona militar para dar respuesta a los requerimientos de espacio.
La conferencia central ‘Córdoba en época omeya: Un breve discurso historiográfico’ ha corrido a cargo del profesor José Luis del Pino, quien ha indicado que, de toda la historia del dominio islámico sobre la Península ibérica, que conoce Córdoba desde el 711 hasta el 1236, “hemos decidido escoger como tema para esta solemne ocasión la época Omeya, es decir, el período transcurrido entre los años 756 y 1027 aproximadamente y por dos razones básicas: Una, por tratarse del período más brillante de toda su historia medieval, sobre todo el siglo X. Y dos, por estar involucrada en su conocimiento nuestra Facultad desde donde se han realizado numerosas, heterogéneas y clarificadoras investigaciones”. En su conferencia, el profesor del Pino ha reseñado que Córdoba conoce, desde el siglo VIII al XI, periodos de pujanza y decadencia institucional y urbana, fuertemente ligados a los avatares políticos: se recuperará a partir de la llegada de los musulmanes, que la convirtieron en capital de alÁndalus, alcanzando un notable desarrollo a mediados del siglo IX y su máximo esplendor un siglo más tarde, en época del Califato.
“Esta ciudad abierta, cosmopolita, segura respecto al exterior, deviene, en el siglo XI, en una urbe dominada por el enfrentamiento, la inseguridad, la violencia y el miedo a la amenaza cristiana, más acuciante a partir de la toma de Toledo por Alfonso VI en 1085, lo que se traduce en el remozamiento continuo de su sistema defensivo y en la pérdida creciente de población, con el abandono, y consiguiente decadencia, de las estructuras edilicias.
José Luis del Pino ha concluido que “en cualquier caso, el conocimiento de cómo fue realmente Qurtuba constituye aún parte de un apasionante enigma, un puzzle incompleto que, a medida que se vayan descubriendo y engarzando piezas, si ello fuera posible, tal vez, nos sea posible conocer en mayor detalle y amplitud, con el horizonte puesto y el añadido de sus dos ciudades hermanas, Medina al-Zara y Medina al-Zhaira, claves para la recuperación del legado andalusí”.