Asimismo, dedicó el premio a su compañero de trabajo, el cámara Samer Abu Daqqa, asesinado en diciembre en un atentado que también le causó graves heridas a Al-Dahdouh, de las cuales se está tratando en Qatar y que, por el momento, le impiden trabajar. “La situación de los periodistas en la franja de Gaza es miserable y peligrosa”, indicó, “lo que demuestra la determinación israelí para que no se informe. Hemos levantado la voz en numerosas ocasiones para que pare esta masacre intencionada”.
Un momento muy emotivo del evento se produjo cuando el periodista gazatí se dirigió a Antonia Parrado, madre de Julio Anguita Parrado, a quien le dijo que “la entendía”, pues él también ha perdido a muchos familiares en este conflicto, pese a lo cual Al-Dahdouh ratificó que va a seguir informando.
El rector de la Universidad de Córdoba, Manuel Torralbo Rodríguez, tuvo unas palabras de recuerdo para Julio Anguita Parrado, quien ayer habría cumplido 53 años, la misma edad que Al-Dahdhouh, y “a cuya pérdida no nos acostumbramos”. El rector expresó lo duro que le resulta felicitar al gazatí por este premio, “ya que el precio que ha tenido que pagar para el jurado se fije en él es demasiado alto, y estoy seguro de que ni él ni la madre de Julio Anguita Parrado querrían que este premio nunca hubiera existido”. No obstante, Torralbo resaltó el compromiso de la UCO con este premio que reconoce la labor de los periodistas en zona de conflicto, como herramienta para la transparencia democrática, y anunció que la Universidad de Córdoba seguirá apoyando este premio y el Seminario permanente de periodismo en zonas de conflicto ‘Julio Anguita Parrado’ en torno al 7 de abril, fecha de la muerte del joven periodista cordobés.
Antonia Parrado y Wael Al-Dahdoudh, unidos por el dolor de la pérdida de sus hijos en conflicto.
Un compromiso con el derecho a la información
Jefe de la oficina de Al Jazeera en la ciudad de Gaza, Al-Dahdhouh se hizo popular en todo el mundo a raíz de su cobertura para la cadena qatarí después de que su familia sufriera un bombardeo intencionado por parte de Israel el pasado 25 de octubre de 2023 en el que murieron su mujer, su hijo, su hija y su nieto de apenas 18 meses. La familia de Waеl se alojaba en una casa del campo de refugiados de Nusеirat, en el centro de Gaza, que fue destruida por la explosión. La familia había huido de su casa en Tel el-Hawa, en la ciudad de Gaza, en medio del intenso bombardeo israelí. Otros ocho de sus familiares también murieron en el mismo ataque. En declaraciones a Al Jazeera, Dahdouh prometió seguir informando desde Gaza, compromiso que ayer volvió a ratificar públicamente al recoger el premio. “Es un deber humano y profesional. Esta profesión no solo ha consumido mi esfuerzo y el de mis colegas, sino que también ha sido bautizada con la sangre de nuestras familias. Hay millones de personas en el mundo que tienen derecho a la información, por eso vamos a seguir informando, cumpliendo con mi deber”.
El pasado 7 de enero, el hijo mayor de Dahdouh, Hamza Dahdouh, también periodista y camarógrafo de la cadena de televisión qatarí estaba con otros periodistas en una carretera entre Jan Yunis y Rafah, cuando murió asesinado por los ataques de un dron israelí.
El periodista Wael Al-Dahdouh atendiendo a los medios de comunicación antes del acto. Foto: J. Martínez.
“Wael se ha convertido desde entonces en un icono de la resistencia de los palestinos y las palestinas en la Franja de Gaza y de cómo el periodismo ha sido un elemento clave para mostrar la resiliencia y la dignidad de un pueblo que está sufriendo una masacre sin precedentes en la historia”, resaltó Francisco Terrón, secretario del Sindicato de Periodistas de Andalucía, -organización convocante del premio junto al Ayuntamiento de Córdoba y la UCO-. Al igual que Al Dahdouh, Terrón ha recordado que son muchos los profesionales de la comunicación “que arriesgan no solo sus vidas, sino las de sus familias”, dado que “los periodistas gazatíes son la punta del iceberg, la cara visible de una catástrofe humanitaria que ya se ha cobrado más de 30.000 vidas”. Frente a toda esta barbarie, en su discurso, el secretario del sindicato ha querido arrojar luz, ya que estos periodistas son, a su vez, “la esperanza para que no se produzca un apagón mediático total. Gracias a su trabajo, se conocen en el mundo las atrocidades que se están produciendo en Israel, como es la prohibición de entrada de periodistas extranjeros”.
Por otro lado, Terrón ha recriminado a los organismos internacionales “su respuesta inmediata ante la guerra de Ucrania mientras permanece impasible a inactiva frente al cruel genocidio que se está viviendo en Gaza o a las violaciones de derechos humanos y asesinatos de periodistas que también se producen en Yemen, Sudán o la República Democrática del Congo”.
Dahdouh, de 53 años, nació y creció en el barrio de al-Zaytoun, en la ciudad de Gaza. Procede de una familia palestina de agricultores, según Al Jazeera. Dahdouh estaba todavía en el instituto en 1988 cuando fue detenido por las fuerzas israelíes por su participación en la primera intifada palestina que estalló en la Franja de Gaza antes de extenderse a otros territorios palestinos. Recibió su diploma de bachillerato dentro de la cárcel. Tras pasar siete años en cárceles israelíes, Dahdouh se licenció en periodismo y medios de comunicación en la Universidad Islámica de Gaza en 1998.