En el Ihkam, Ibn ‘Abd al-Ghafur resume el canon oriental de la prosa cortesana, lo compara con las variaciones introducidas por la escuela andalusí de funcionarios literarios del siglo XI/V y propone un modelo de escritura para la corte que resume las reglas formales tradicionales y las renueva, en pos de un ideal de estilo acorde con los tiempos y capaz de traducir en un lenguaje impecable las metáforas más adecuadas para representar el poder soberano. Probablemente escrito hacia 1140 (c. 530 de la Hégira), pocos años antes del hundimiento de la dominación almorávide en al-Andalus y el Magreb, el Ihkam no alcanzó el objetivo de hacer famoso a su autor, de cuya biografía nada sabemos, salvo lo que se deduce de su tratado, y desapareció casi por completo de la memoria de la posteridad.
La traducción anotada que presentamos, la primera en una lengua europea, nos permite apreciar plenamente este elocuente testimonio del grado de refinamiento alcanzado por los literatos andalusíes en los siglos X y XI (V-VI H.).