El importante pasado colonial de Gran Bretaña y Francia en África implica que ambas cinematografías se hayan preocupado por pensar, desde tiempos tempranos para el medio fílmico, el rol del hombre y la mujer negros –ya fueran ciudadanos, migrantes o habitantes de las colonias–, de una manera solamente equiparable a la del cine estadounidense. El itinerario que traza el autor en El héroe negro en la encrucijada parte de principios del siglo XX y nos lleva hasta las primeras dos décadas del XXI, recorriendo la construcción visual y narrativa de los personajes negros en los cines comerciales británico y francés, que han sido territorio de una batalla entre los estereotipos de raíz colonial y la subversión de los mismos.
Las primeras representaciones raciales en el audiovisual norteamericano, con raíz en las artes escénicas; la aproximación documental al negro desde el extrañamiento de su presencia y costumbres; los diarios fílmicos de viajes; el cine de aventuras por el África británica y francesa; o el conflictivo cine poscolonial, son algunos de los puntos clave que atraviesa Rico en estas páginas. Atendiendo a las realidades sociales y demográficas de los dos países europeos, y a los estudios sobre identidad y raza, El héroe negro en la encrucijada se centra en los rasgos estrictamente fílmicos y narrativos definitorios de la cuestión, abordando aspectos tan decisivos como las dinámicas de intercambio cultural, los atributos morales, la espiritualidad, el cuerpo de la mujer negra, o los espacios privados y públicos. El estudio culmina con el recorrido por una serie de películas revulsivas que rompen con las tendencias dominantes.