Windows 7 fue un sistema operativo que nació en 2010 para hacer de relevo del mítico Windows XP, que fue el más longevo de la historia de Windows. Se desarrolló para dar más importancia a la interfaz y, de hecho, supuso una gran mejora en la usabilidad y accesibilidad, conservando su clásico menú de inicio que tanto gustaba a los usuarios e incluyendo nuevas características que permitieran hacer tareas de una manera más fácil y rápida.
Windows 7 ha sido uno de los sistemas operativos más queridos por los usuarios, pero, aunque nos cueste despedirnos de él, es hora de actualizarnos. ¿A qué riesgos se expone un usuario si sigue utilizándolo? ¿Cómo puede actualizarse y a qué sistemas operativos?
Si tú también te haces estas preguntas, no te preocupes, todo tiene solución y la encontrarás dentro de este artículo.
¿Puedo seguir utilizando mi Windows 7?
Lo primero que debemos saber es que nuestro equipo va a seguir funcionando a pesar de dejar de recibir soporte por parte de Microsoft, y no va a verse afectado a grandes rasgos. Eso sí, sin contar con el soporte de Microsoft nuestro equipo se quedará sin ciertas defensas, por lo que todos nuestros datos personales y nuestra privacidad quedarán vulnerables ante los ataques de los ciberdelincuentes.
Uno de los principales riesgos de dejar de recibir soporte por parte del fabricante es que este sistema se queda sin actualizaciones de seguridad. Esto quiere decir que, si apareciesen vulnerabilidades críticas o malware específico, nuestro equipo no tendría las defensas necesarias para combatirlos, y al igual que todos aquellos ordenadores que utilizasen Windows 7, podría verse afectado. En definitiva, estamos multiplicando las probabilidades de sufrir un ciberataque, como por ejemplo el famoso caso del ransomware WannaCry.
Para profundizar un poco más, Microsoft pone a nuestra disposición un espacio donde explica al detalle lo que significa el fin del soporte para Windows 7.
¿Qué otros riesgos tiene el quedarme desactualizado?
Debemos ser conscientes de que, a partir del 14 de enero, Windows 7 se ha convertido en un
. Lo más probable es que la producción de malware para este sistema operativo haya empezado a dispararse, como ya le ocurrió hace unos años a Windows XP, así que, aunque podremos seguir usando nuestro PC con Windows 7, sin las actualizaciones continuas de seguridad para corregir las vulnerabilidades quedará expuesto a cualquier intento de infección mediante virus o malware.En este sentido, también abre las puertas a una mayor exposición de nuestros datos personales. Si acabamos siendo afectados por una infección, estos podrían acabar en el mercado negro o utilizados para algún tipo de fraude u otras actividades ilícitas.
Otro problema añadido es la falta de soporte para las aplicaciones y hardware. A medida que los programas vayan actualizándose, poco a poco dejarán de ser compatibles con Windows 7; por ejemplo, juegos o programas como Windows Media que, desde el mes de enero de 2020, han dejado de funcionar al perder su compatibilidad con esta versión.
¿Qué alternativas tengo?
Lo más lógico es que, si estamos contentos con el sistema operativo de Windows, nos actualicemos a la última versión disponible, es decir, Windows 10. Este sistema ya tiene varios años en el mercado y dispone de actualizaciones constantes para mejorar su desarrollo y funcionalidades, especialmente en lo que a seguridad respecta.
Microsoft ofreció la posibilidad a los usuarios de actualizar durante un tiempo de forma gratuita a la versión Windows 10. Aunque este programa ya terminó, aún es posible avanzar a la versión más reciente; sin embargo, no es lo más recomendable para equipos antiguos, ya que esta versión de Windows necesita más recursos y podría afectar a su rendimiento.
Si este es nuestro caso, quizás la mejor opción sea hacernos con un nuevo dispositivo, más moderno y seguro, con el que podamos sacar más partido a este sistema operativo, aunque también podemos plantearnos cambiar de sistema, adquiriendo un equipo de Apple con sistema Macintosh o un equipo con sistema Chrome OS (la plataforma de Google).
Si no queremos cambiar de equipo, aunque cueste creerlo, disponemos de opciones más allá de los sistemas operativos de Microsoft. Existen también otros sistemas como el de Google, Apple o las variantes de código abierto, como por ejemplo:
Muchos de ellos son gratuitos y, además, son intuitivos y fáciles de utilizar, aunque puede que no sean compatibles con muchas de las herramientas que utilicemos. Pero no hay problema, pues existe un amplio catálogo de aplicaciones libres y totalmente gratuitas para cualquiera de nuestras necesidades (ofimática, multimedia, diseño, programación, etc.). De este modo, aunque puede que algunos de nuestros programas favoritos dejen de funcionar en estos sistemas operativos, siempre tendremos otras aplicaciones como alternativa.
En conclusión, aunque Windows 7 nos deje, no es el fin del mundo y aún estamos a tiempo de evitar las consecuencias nefastas de tener instalado un sistema operativo sin soporte en nuestros equipos.
¿Aún tienes Windows 7 instalado en tus equipos? ¿Eras consciente de los riesgos que puede conllevar no tener tu sistema operativo actualizado y con soporte? Comparte con el resto de los usuarios tu opinión y experiencias y mantente al día con las publicaciones de la OSI en materia de ciberseguridad para poder disfrutar de las ventajas de la tecnología.