Ocho consejos para saber qué hacer este verano con la basura de un día de playa
Miles de personas se han trasladado a casas de la costa para teletrabajar o empezar sus vacaciones. Pero el reciclaje sigue: desde revisar la lata-cenicero hasta tirar una tabla de 'bodyboard' en el cubo correcto
Los expertos señalan que necesitamos tres semanas para conseguir transformar una acción en hábito: el ejercicio, cocinar, dejar de fumar…. De hecho, el confinamiento ha ayudado a que muchas personas comiencen a crear nuevas rutinas. Por ejemplo, 2,5 millones de españoles afirman haber empezado a reciclar durante este periodo residuos que antes no separaba, según datos de Ecoembes, la organización medioambiental que coordina el reciclaje de los contenedores azules y amarillos.
Pero mantener estas nuevas costumbres siempre es un reto, especialmente ahora que, bien por ocio o por teletrabajo, miles de personas se han trasladado a una segunda residencia para empezar las vacaciones o continuar con la tarea en remoto y aprovechar su tiempo libre, por ejemplo, en la playa.
Y aunque los hábitos y la sensibilidad con el reciclaje no dejan de aumentar (un 32% ha crecido en los últimos cinco años, según Ecoembes), el día a día durante estas semanas es diferente y podemos despistarnos a la hora de reciclar. Por eso, es importante identificar todo lo que hacemos durante un día de vacaciones en la costa para mantener las buenas costumbres. A continuación te ofrecemos un horario de reciclaje de un veraneante preocupado por el medioambiente.
8.00 horas, las cápsulas de café. Las cafeteras de cápsulas se han convertido en un componente práctico que te permite preparar un café de calidad en poco tiempo. Ya no es necesario comprar un paquete de café cuando te vas de vacaciones o preparar un pequeño tupper con café molido. Esta opción, eso sí, produce más residuos que el soluble, el de moca o el de cafetera americana. Cada café genera una cápsula desechable de plástico. Para evitar olvidos, podemos colocar un recipiente al lado de la cafetera para ir depositándolas dentro de él (como una botella de plástico vacía) y luego reciclarlas todas a la vez en los contenedores grises. También existen puntos de recogida específicos para estas cápsulas organizados por algunas de las marcas que las fabrican.
12.00 horas, la tapa de mejillones. Tomarse una tapa al mediodía en casa es una tradición que no solo sigue presente durante las vacaciones, sino que mucha gente la ha incluido en su dieta para darse un respiro durante la jornada de teletrabajo. Las favoritas siguen siendo las latas de conserva, de mejillones, berberechos, anchoas…, pero también son las que más dudas generan en cuanto a su reciclaje cuando estamos fuera de casa. Por un lado, hay que ir tirando el aceite que contienen en una botella vacía para luego llevarla (una vez llena) al contenedor específico para la recuperación de este líquido. Después, hemos de arrojar la lata al cubo amarillo. Si decides consumir este alimento en la playa, recuerda reservar un bote para el aceite y una bolsa para las latas. Reciclar en estos entornos naturales es importante: una gota de aceite contamina mil litros de agua, según estimaciones de la fundación Aquae.
13.00 horas, la sombrilla desgastada. Los preparativos antes de pisar la arena nos llevan al hallazgo de utensilios veraniegos que se han quedado viejos, artilugios que probablemente tiraremos durante las vacaciones para reemplazarlos por otros nuevos. Las sombrillas, por ejemplo, normalmente están fabricadas con materiales sintéticos, por lo que deben llevarse al punto limpio, cuya localización y horario de apertura podremos consultar en la web del ayuntamiento de la ciudad donde estemos.
14.00 horas, almuerzo en la toalla. Las medidas de seguridad sanitaria derivadas de la pandemia hacen que muchos ciudadanos renuncien al chiringuito. La alternativa natural es llevarse la comida a la toalla, tanto si la cocinamos nosotros mismos como si la encargamos vía delivery. Del mismo modo que en casa, la separación de envases también se puede hacer en la playa, un paraje que cuenta con múltiples contenedores amarillos (para tuppers de un solo uso o neveras de porexpán), verdes (para los botes de cristal de bebidas o aceitunas) o los azules (para las cajas de pizza). En estos últimos, los españoles dejaron el año pasado 19,4 kilos de media de papel y cartón, y 17,1 kilos en los cubos amarillos, según datos de Ecoembes.
18.00 horas, la lata-cenicero. La sandía es perfecta para aliviarnos del calor tras un partido playero. Pero recuerda, si has decido llevarla entera sin cortar, debes reservar una bolsa donde tirar los restos orgánicos. Si se te ha calentado la mitad de una cerveza, no vacíes el contenido en la arena antes de reciclarla. Guarda todos los líquidos que deseches en una botella grande y luego tíralos en casa por el desagüe. Para aquellos que decidan usar una lata como cenicero, es importante vaciar las colillas en otra bolsa que luego depositaremos en el cubo gris.
19.00 horas, la tabla rota de bodyboard. Las actividades de playa para los más aventureros requieren objetos técnicos que pueden suscitar dudas respecto a dónde tirarlos. Entre los más clásicos están las tablas de bodyboard, elaboradas con corcho blanco (como las neveras de porexpán). Si se rompen no pueden arrojarse en el cubo amarillo: hay que llevarlas al punto limpio. Ante cualquier duda, en los puestos de información municipal nos aclararán dónde reciclar estos artículos propios del verano.
20.00 horas, tirar las bolsas. El momento antes de volver a casa es el mejor para depositar cada bolsa en los contenedores cercanos a la playa y revisar que todo está en orden. También podemos comprobar si tenemos alguna cosa más de la que nos quedamos deshacer, como una toalla vieja (al contenedor de textiles) o el bote de crema vacío (al contenedor amarillo sin la etiqueta). Si eres de los que le gusta beber una horchata en un vaso de plástico mientras recorres el puerto antes de la cena, recuerda que las papeleras de los paseos marítimos, en general, no son específicas para envases plásticos. Guarda el vaso y tíralo al cubo amarillo más cercano.
22.00 horas, cena para llevar. Cocinar después de un día ajetreado puede dar pereza. Por eso, si compras algo para llevártelo a casa, como puede ser una tarrina de helado, la cuchara (al igual que ocurre con las pajitas) debe ir al contenedor gris. La tarrina va en el amarillo, pero antes deberás vaciar su contenido si no te has terminado el helado.
Fuente: elpais.com